@MendozayDiaz

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martes, 19 de febrero de 2013

Hacer las cosas a su debido tiempo.

Uno de los elementos más importantes del servicio tiene que ver con la forma como nos relacionamos con otras personas, como acordamos y cumplimos nuestros compromisos. 

La formación de expectativas tiene que ver con promesas por cumplir; aparentemente tan sencillo como hacer aquello que se dijo que se haría, en la forma y en los plazos convenidos. Parece sencillo pero no lo es.

Algunas variables que parecen sólo "detalles" son las que, en definitiva, mueven a las personas y a las organizaciones. 

La puntualidad es un rasgo de cumplimiento de compromisos que socialmente ha ido perdiendo importancia. No cumplir con la hora fijada para alguna reunión es una falta de respeto a las personas que sí acudirán puntualmente, haciéndoles perder su tiempo que es lo más escaso y valioso que tenemos. 

Alrededor de las personas que son incumplidoras de los horarios se crea un círculo vicioso, ya que a la siguiente reunión no tan sólo ellos llegarán con retraso sino que probablemente también lo harán los demás convocados, y así hasta entrar en una espiral que se transforma en cultura.

En los negocios, por ejemplo, hacer las cosas a su debido tiempo permite prever el cumplimiento de futuros compromisos, ya que si un proveedor no es capaz de llegar puntual a una reunión, es razonable poner en duda si será capaz de entregar su producto o servicio en el plazo acordado.

Al interior de las organizaciones, hablar de hacer las cosas a su debido tiempo y de respeto por el tiempo de los demás, es hablar de liderazgo. 

En la medida que los directivos, que lo quieran o no, forman (o deforman...) con su buen o mal ejemplo, se esfuercen por cumplir sus compromisos comenzando por uno tan sencillo como la puntualidad, estarán generando una cultura de rigor y exigencia, una cultura de servicio.

Las personas puntuales son bienvenidas y apreciadas en todos los lugares que respetan las buenas costumbres. Manifiestan un auténtico respeto por los demás. 

Esforzarse por ser puntual, es una señal de buena educación y de liderazgo.

1 comentario:

  1. Como soy de una puntualidad extrema - de natural , no forzado ni esforzado- soy muy exigente con el inpuntual ; no estoy muy seguro de que sea una señal de liderazgo , tan sólo una norma natural de buena educación .
    Saludos.

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