@MendozayDiaz

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lunes, 22 de febrero de 2016

Santiago Álvarez: "Con el respeto a los demás se obtienen muchos beneficios".

Mi amigo Santiago Álvarez López me ha distinguido grabando en un vídeo sus opiniones sobre "Viva Mi Gente (cinco acciones básicas para dirigir mejor)".


En esta foto aparecemos, juntos, el día de la presentación del libro en el  Colegio de Abogados de León.

Destaco dos de sus opiniones: 

"Viva Mi Gente" es fundamental para enfocar la vida cotidiana".

"Con el respeto a los demás se obtienen muchos beneficios".


Gracias, Santiago.

viernes, 12 de febrero de 2016

Presentación de "Viva Mi Gente (cinco acciones básicas que te ayudarán a dirigir mejor)" en la Peña Vitoriana.



Ayer jueves 11 de febrero, a las 19'30 horas, presenté mi libro en las instalaciones de la Peña Vitoriana Tenis Club (http://www.pvitoriana.com/), organizada por el Foro Alavés de Empresa y Humanismo que preside D. José Carlos Tena.


Como siempre, en este tipo de actos, lo mejor fue la oportunidad de conocer y dialogar con personas interesantes.

Muchas gracias a todos por sus atenciones.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Beth Borés (ACCimagen.com) recomienda leer "Viva Mi Gente".

Beth Borés, fundadora de ACC Imagen (http://www.accimagen.com/), cree que todo el mundo merece las mismas oportunidades para tener éxito en la vida. 

Y, como Consultora de Imagen, su objetivo es ayudar a los individuos y a las Corporaciones en la mejora de su imagen, descubriendo y resaltando sus fortalezas a través de una mejora en su imagen exterior (Apariencia, Comportamiento y Habilidades en la Comunicación).

Ella se apoya en su variada experiencia profesional y personal para evaluar a sus clientes, identificar sus intereses, habilidades y necesidades particulares, y ayudarles a crear una imagen personal que conjugue a la perfección con su apariencia física, su personalidad, su estilo, su rol y objetivos en la vida.

Beth es una profesional de prestigio y es mi amiga. 

Para mi es un honor, y una gran alegría, que recomiende la lectura de mi libro.


Muchas gracias, Beth.


lunes, 8 de febrero de 2016

Conferencia en el Foro Empresarial de Murcia.

El jueves tuve una conferencia ("Personas Satisfechas Generan Clientes Satisfechos") en www.realcasinomurcia.com organizada por el Foro Empresarial de Murcia (http://murciaeconomia.com/not/40755/enrique-mendoza-lsquo-personas-satisfechas-generan-clientes-satisfechos-rsquo-/).

El Real Casino de Murcia es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Se encuentra en la céntrica calle Trapería, no lejos de la catedral.


El edificio, cuya construcción comenzó en 1847 es una mezcla de las distintas corrientes artísticas que coexistieron en la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX en España y fue declarado monumento histórico-artístico nacional en 1983, por lo que en la actualidad está considerado bien de interés cultural, con la categoría de monumento.

Tuve la suerte de recorrer sus instalaciones. Quedé especialmente encantado con su biblioteca...


A la conferencia también acudieron amigos y lectores de "Viva Mi Gente (cinco acciones básicas que te ayudarán a dirigir mejor)", a quienes, agradecido, dediqué sus ejemplares.


Me siento un privilegiado por haber tenido la oportunidad de conocer -y dialogar- con personas interesantes en un lugar tan distinguido.

Muchas gracias a los organizadores por sus atenciones.

lunes, 28 de diciembre de 2015

El "efecto calzoncillo" o el lenguaje secreto de las encuestas.

En el año 1986, año en que los españoles dijeron sí al ingreso de España en la OTAN, los publicistas acuñaron la expresión “efecto calzoncillo” para designar una curiosa perversión de las encuestas (y corregir así sus correspondientes estudios de mercado): los consumidores nunca dicen la verdad sobre sus hábitos de higiene, su sexualidad o sus predilecciones políticas.

“¿Cuántas veces se cambia usted de calzoncillos?” “Todos los días”, responde con "seguridad" el españolito de a pié. 

Pues eso, en la reciente campaña electoral, volvió a funcionar el “efecto calzoncillo”. 

Los gurús de la demoscopia deberían haberlo tenido en cuenta al hacer sus previsiones. Hubo votantes (dicen) que incluso después de haber depositado sus papeletas mintieron sobre el partido elegido, en las encuestas a pié de urna o israelitas...

Pensando sobre este asunto me acordé del libro de Darrel Huff “Cómo mentir con estadísticas”.

Darrel Huff (1913-2001) fue un prolífico escritor estadounidense especializado en libro práctico que también trabajó como editor en algunas revistas. En 1954 publicó su mayor éxito, “Cómo mentir con estadísticas”, traducido a más de veinte lenguas y que se ha convertido en uno de los libros más vendidos sobre estos asuntos.

Lo he vuelto a releer y, en efecto, este libro es un manual sobre cómo se pueden utilizar las estadísticas -las encuestas- para engañar.

Lo que este libro, escrito con ingenio y humor, nos ofrece es un curso de sentido común para aprender a descubrir los ardides con que cada día pretenden engañarnos, manipulando cifras y gráficas, los medios de comunicación, los políticos, la publicidad…


Lo que aquí se nos cuenta -el lenguaje secreto de las estadísticas- aunque pueda resultar divertido conviene tomárselo en serio, porque, como nos dice el autor, “los desaprensivos ya conocen estos trucos; los hombres honrados deben aprenderlos en defensa propia”.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Opinión de un lector (amigo) sobre "Viva Mi Gente (cinco acciones básicas que te ayudarán a dirigir mejor)".


Recibir la opinión de los lectores, su retroalimentación, se ha facilitado gracias a las nuevas tecnologías.

Para mí es una alegría -y un honor- recibir la de mi amigo Pablo Zubieta Peniche, Doctor en Marketing, empresario y, lo más importante (para mí), compañero de mil peripecias...

Muchas gracias, Pablo. Un abrazo, amigo.

viernes, 30 de octubre de 2015

La ilusión es más poderosa que el miedo.

Hace unas semanas estaba pensando y escribiendo sobre los primeros cien días de trabajo de Ciudadanos en las instituciones cuando se celebraron las elecciones catalanas con la agradable sorpresa del resultado de Ciudadanos y de su candidata. Este acontecimiento ha confirmado muchas de mis opiniones sobre este proyecto político y sobre el “denominador común” de algunos de sus dirigentes como Albert Rivera, Inés Arrimadas, o de Gemma Villarroel que, en mi opinión, es quien mejor representa, en León, los principios y valores de Ciudadanos.

Ciudadanos ha abierto a los desencantados del PP y del PSOE una opción digna entre la abstención y el voto con la nariz tapada. Dan respuestas convincentes a una opinión pública escéptica sobre la renovación de los partidos tradicionales, y predispuesta a escuchar con agrado los nuevos mensajes. Consiguen, con naturalidad, romper la imagen del político distante y tecnocrático, buscando la empatía con su auditorio mediante un lenguaje comprensible. Un lenguaje más fresco del que la rutina política ha terminado imponiendo. Ofrecen un perfil amable, cercano y moderno. Un modelo muy atractivo para muchos electores.


Pero ofrecen mucho más que sonreír y mostrar buenas maneras. Traen nuevos horizontes a la vida pública española. Un mensaje transversal. Reactivar y refrescar los valores constitucionales. A favor del consenso y del diálogo. Un país donde la unidad de España sea un valor. Un país donde se reforme sin romper las reglas del juego. Una superación del sentimiento de revancha rupturista que provoca cierto rechazo de las clases medias, mayoritariamente moderadas. A la mayoría de los electores les sobran las posiciones irrenunciables y los partidismos exagerados.

Saben capitalizar el descontento mayoritario no repartiendo odio, inquina o revanchismo, sino esgrimiendo esa arma poderosísima que es el sentido común. Han planteado objetivos ambiciosos y forzado a los partidos tradicionales a realizar cambios que, hasta hace poco, eran impensables. La regeneración de nuestra democracia es imprescindible para superar la crisis política, económica y social, y para devolver a los ciudadanos el control sobre la política. Y estas reformas no las van a llevar a cabo los que quieren que todo siga igual, los que han tolerado las actividades de bandas organizadas de corrupción. 

Me llama, positivamente, la atención que no ofrecen un partido político sino un proyecto para España, Cataluña, para León… Ciudadanos es sólo un instrumento jurídico adecuado para poder ser una palanca de cambio, para que las cosas mejoren. Uno de los ejes que vertebra su discurso es la democracia interna y la transparencia en la gestión de las administraciones. Ofrecen un discurso responsable capaz de generar confianzas. Un proyecto para levantar España y recuperar la confianza de los ciudadanos, sin gritar, sin mentir y sin prometer quimeras. Prometer resulta gratis sobre todo cuando no se tiene ninguna posibilidad de gobernar.

Mejorar el funcionamiento y la eficiencia de la política requiere actitudes más constructivas y favorables a la cultura del pacto. Facilitar la gobernabilidad es una muestra de responsabilidad. España no puede permitirse que no haya gobiernos estables, pero tampoco que se gobierne de la misma manera. Cuando ninguna fuerza política obtiene el suficiente número de votos los pactos no es que sean inevitables es que son deseables para lograr un funcionamiento razonable de las instituciones. Eso sí, los pactos no como trapicheo sino como una oportunidad para regenerar la democracia. La cuestión no es con quién llegas a acuerdos sino para qué. Además, permitir el gobierno de un competidor requiere de magnanimidad, y de seguridad en sí mismo. Esta magnanimidad es, precisamente, la que necesita la política española. 

En definitiva, un cambio profundo, pero sobre todo, un cambio sensato. Un proyecto para España movido por la esperanza, sin enfados, venganzas, ni acritudes: la ilusión es más poderosa que el miedo. Ciudadanos se ha consolidado como una alternativa fiable, de confianza. Sus propuestas están llenas de sentido común, al menos, durante estos primeros cien días.

Publicado hoy, viernes 30 de octubre del 2015, en Diario de León: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/ilusion-es-mas-poderosa-miedo_1019685.html

lunes, 7 de septiembre de 2015

No es lo que parece.

Estoy leyendo “En la orilla” de Rafael Chirbes que acaba de fallecer, y dedicó buena parte de sus obras a retratar las corruptelas de nuestro tiempo. Particularmente, en esta novela, su autor refleja el desorden económico, social y político generado por la cultura del pelotazo urbanístico. Bien, pues a lo que iba: en un momento de su historia cuenta como Esteban, su personaje principal, ve la televisión mientras come un “cóctel exótico” de frutos secos que ha comprado en una gran superficie: imagina que está degustando lo mejor de América Latina, África y el Oriente y cuando comienza a leer la letra pequeña de la etiqueta, para su sorpresa, descubre que el origen de la materia prima es “diverso"; y, tras varias reflexiones, se pregunta en qué lugares habrán rebotado estos frutos secos antes de llegar al saquito de plástico… No es lo que parece.

Jóvenes muchachos, recién graduados, con ganas de hacer cosas, que dan sus primeros e inocentes pasos en el mundo de los negocios. Así se suelen presentar, y, realmente, no es eso. Bajo denominaciones como “economía colaborativa”, “star up” o “fintech” -entre otras- se esconden sustanciosos negocios de miles de millones de dólares, de compañías a nivel global, habitualmente, con domicilio fiscal en un “paraíso” (qué denominación más injusta): lo que quiere decir que eso de que “Hacienda somos todos” parece que no va con ellos. Se suelen aprovechar del vacío normativo que suele existir para este tipo de actividades. Por ejemplo, los particulares que ofrecen sus productos y servicios a través de plataformas digitales que no pagan por sus licencias fiscales, no pagan IVA ni suelen declarar los ingresos obtenidos por este tipo de operaciones. 

Es muy cuestionable que este tipo de economía sea realmente beneficiosa; me refiero para el común de los mortales, porque, para sus protagonistas, me queda claro que está siendo muuuuy beneficiosa. Y a ejemplos conocidos me remito: alquileres vacacionales, intercambio de música y películas, compartir el coche durante un viaje…Internet ha facilitado que se promocionen este tipo de plataformas que ponen en contacto a personas que ofrecen y demandan productos o servicios… a cambio de dinero. ¿Nuevos modelos de negocio? ¿Apoyo al desarrollo de nuevos e innovadores servicios con el objetivo de incrementar la transparencia y capacidad de elección y reducir los costes para los consumidores? ¿O simplemente un “negociete” más pero revestido de modernidad…? Y así también ocurre con el “crowdfunding”: una cosa es el micromecenazgo a favor de buenas causas y otra -nada que ver- el intercambio de casas, de conocimiento, de objetos usados, de servicios, todo ello, a cambio de dinero.


Y no sólo en la economía, también en otros ámbitos de la vida. Impostores, gente que finge o engaña con apariencia de verdad. Como en la novela de Javier Cercas sobre Enric Marco, un nonagenario barcelonés que se hizo pasar por superviviente de los campos nazis y que fue desenmascarado en mayo de 2005, después de presidir durante tres años la asociación española de los supervivientes, pronunciar centenares de conferencias, conceder decenas de entrevistas, recibir importantes distinciones y conmover, en algún caso hasta las lágrimas, a los parlamentarios españoles reunidos para rendir homenaje, por vez primera, a los republicanos deportados por el III Reich. El caso dió la vuelta al mundo y convirtió a Marco en el gran impostor de los últimos años.

Y también en la política. Como está sucediendo con algunos de estos jóvenes profesores universitarios, de imagen personal desaliñada, con ropa de hipermercado, como uno-de-lo-nuestros suele considerarlos mucha gente. Pero, detrás de esa imagen de inocentes jóvenes mileuristas nos estamos encontrando con asesores políticos, “de colmillo”, a nivel internacional que reciben honorarios, con muchos ceros, de fundaciones, gobiernos y televisiones por sus colaboraciones. Socios de organizaciones mercantiles con objetos sociales variopintos. Asesores monetarios del gobierno de Venezuela, o colaboradores de la televisión de Irán… Esto es más de lo mismo. Vamos que tampoco es lo que parecía, que también son casta, con otra presentación –en versión acrílica- pero casta al fin.

Publicado, hoy, lunes 7 de septiembre del 2015, en Diario de León: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/no-es-parece_1006491.html

miércoles, 2 de septiembre de 2015

A favor de la buena educación.

En estas fechas veraniegas en las que los más pequeños de la casa disfrutan de sus vacaciones son muchas las actividades y espectáculos que se organizan en diferentes escenarios. Junto a ellos están sus padres o familiares que hacen todo lo posible para que los niños disfruten de su tiempo libre. Con ello, a veces, la tan maltratada cultura se ve favorecida, así como todos los profesionales que viven en torno a ella. Hasta aquí todo perfecto…

Lo que ya no lo es tanto es la manera que tienen algunos adultos de comportarse en el interior del teatro, cine o sala de espectáculo. El pago de una entrada no da derecho a retomar en cualquier momento la conversación interrumpida en la calle. Tampoco a deslumbrar a los espectadores cercanos con la luz del móvil mientras se wasapea o se consultan las últimas entradas de su red social. Mucho menos a molestar continuamente con el sonido de todo tipo de golosinas y chucherías (frutos secos, patatas…) que traen en su bolsillo. Hay quien no se corta un pelo y al sonar su ruidoso, salsero y prolongado tono del móvil no duda en atender la llamada como si tal cosa, para que todos escuchemos sus intimidades.

La cultura y la buena educación son bienes que se transmiten a través del ejemplo, de enseñar a los niños el respeto por las personas que están encima del escenario, o atendiendo. Es cierto que los niños son espontáneos y se comportan con naturalidad, pero puede transmitírseles, sólo con pequeños gestos, una respetuosa forma de comportarse. Más de un adulto debería darse cuenta del mal ejemplo que puede estar produciendo dando a entender que si se hacen ciertas cosas, todas ellas están permitidas.

Con las nuevas tecnologías estamos ganando muchas posibilidades pero, atención, que si no espabilamos podemos estar perdiendo otras igualmente valiosas como, por ejemplo, la riqueza de una conversación cara a cara, del trato personal. Hace unas semanas, repentinamente, cerró el Café Comercial de Madrid. Uno de mis preferidos para leer y escribir pero, sobre todo, para conversar. Aproveché cualquier excusa para ir o quedar allí, en la Glorieta de Bilbao. Cierro los ojos y recuerdo el ruido de las cucharillas y el olor a "café-café"... y, muy especialmente, las muchas conversaciones que allí disfruté. 

Cada día es más difícil entablar una conversación de manera pausada, larga, y sin interrupciones de sonidos impertinentes; conversar con amigos de una manera distendida y como toda la vida, cara a cara… Parece que el móvil siempre está al acecho para romper cualquier conversación o cualquier silencio. Es tal la voracidad, la sumisión y la dependencia de los móviles (y el negocio que han creado), que la generación actual y la gran mayoría de todos nosotros somos dependientes de este aparato que suena y no deja de sonar, y de condicionar nuestras vidas.

Cuando no es el sonido del wasap es el sms o una llamada. Cuando no es el jefe para darnos algún trabajillo o recordatorio, es la mujer o el marido para saber dónde estás y qué haces; o el hijo o la hija para que les llevemos a algún sitio o para avisar que no vendrán a cenar. Cuando no es otra compañía para ofrecerte un cambio, o el mensaje de la propia diciéndote que la factura acaba de salir y que pronto te la descontarán de la cuenta bancaria; o el compañero que te manda ese vídeo gracioso que quiere compartir contigo.

Vamos a una sociedad de relación móvil, de compartir y hablar por este aparatito que, no lo olvidemos, esconde muchos de nuestros secretos, que dice de nosotros qué es lo que nos gusta o no, a qué hora nos conectamos, por dónde vamos y qué vemos, oímos o leemos, y a quiénes llamamos. Tomemos conciencia y utilicémoslo con sensatez.

Publicado en Diario de León, el 20 de agosto del 2015: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/favor-buena-educacion_1002329.html

domingo, 16 de agosto de 2015

"¿Dónde está mi dinero...?"

La recuperación económica ha permitido un aumento en el número de afiliados de la Seguridad Social. Actualmente hay más cotizantes que cuando el Partido Popular llegó al Gobierno, a finales del 2011; sin embargo, se recauda menos que entonces. ¿Por qué? Porque la gran mayoría de los nuevos afiliados son trabajadores a tiempo parcial que, lógicamente, pagan menos cotizaciones sociales. Si esto se mantiene en el tiempo (y parece que así va a ser) no hay que ser un Premio Nobel de Economía para concluir que las pensiones futuras serán menores.

Además, el sistema público de previsión tendrá que afrontar nuevos desafíos como el envejecimiento progresivo de la población, el aumento de la pensión media como consecuencia de que la mayoría de los nuevos jubilados han cotizado, de media, más que los actuales, o los generados por las propias decisiones del Gobierno como el recientemente anunciado complemento a las pensiones de las madres trabajadoras. En los años en que se celebran elecciones parece como si se perdiera la cordura o la racionalidad, al menos, en cuestiones de economía. Sólo así es posible entender la medida que acabo de mencionar, o que se devuelvan las pagas extras a los funcionarios, o que no se informe a cada español de su pensión estimada futura, como estaba aprobado y anunciado.

Las previsiones demográficas son las que son. Las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística muestran que el número de defunciones superarán, por primera vez, al de nacimientos a partir de este año, un fenómeno que se acentuará de forma exponencial. En los próximos quince años, España perderá un millón de habitantes y unos seis millones en los próximos cincuenta años. Si no hay cambios, en 2060, los mayores de 65 años serán el 30% de la población frente al 18% de la actualidad. Si ahora cada persona en edad de trabajar paga un cuarto de pensión, en pocos años se duplicará y pagará media pensión o, según estos datos, incluso más.

No ha sido suficiente para cambiar la tendencia ampliar el periodo exigido para calcular la cuantía de la pensión, el retraso gradual de la edad de jubilación o la desvinculación de las pensiones de la evolución de la inflación. Está por verse el impacto del recorte más profundo en las nuevas pensiones, que entrará en vigor en 2019. Entonces, la Seguridad Social, fijará la primera renta mensual del jubilado de acuerdo con la esperanza de vida de la generación del trabajador que se retira. Esta es la medida que se conoce técnicamente como el factor de sostenibilidad. Y también habrá que esperar a si, finalmente, se reforma el régimen de las pensiones no contributivas: si las cotizaciones financian sólo las pensiones contributivas –que sostienen las empresas y los trabajadores- es más fácil que la Seguridad Social tenga un balance equilibrado. Por tanto, una opinión cada vez más compartida es que estas pensiones tendrían que ser más selectivas y pagarse con impuestos, no con cotizaciones sociales.

Hasta ahora la pensión pública permite mantener un nivel de vida similar al que se tenía al trabajar. Esto ya no será posible. Es un cambio económico pero, sobre todo, sociológico y cultural, de paradigma. ¿Por qué no explicar con claridad que, ante esta realidad, si la población cada vez es menor y más envejecida el sistema actual de pensiones, basado en que los que trabajan deben pagar las pensiones de los jubilados, no funcionará en los mismos términos que hasta ahora?

Pagar las pensiones y la sanidad será el gran tema político y económico de los próximos años, considerando que, cada vez, los gastos por esos conceptos aumentan a mayor velocidad que los ingresos. Advertir es una cuestión de transparencia y de honradez y, no hacerlo, es ocultar la realidad. La información “a medias” es como en el caso de las mentiras “a medias”, que no dejan de ser mentiras; en este caso, desinformación.

Desde hace años, unos y otros, dan una información sesgada (en el mejor de los casos) y se van pasando la patata caliente. Hasta ahora esto ha sido posible porque han recurrido –y con una frecuencia cada vez más alarmante- al Fondo de Reserva de la Seguridad Social, también conocido como hucha de las pensiones, que podría agotarse, dentro del escenario más pesimista, en un plazo de sólo cinco años, en 2020. Así se desprende de un reciente estudio a partir del análisis de los registros de la Seguridad Social, el Banco de España y las proyecciones de población para el periodo 2012-2052 del Instituto Nacional de Estadística. Otro escenario más neutro sitúa el consumo total del fondo en 2024 y, el más optimista, en 2028. 

Pero cuando este Fondo se agote (que esperemos que, por el bien de todos, sea más tarde que pronto) muchos ciudadanos nos encontraremos en la dramática -e injusta- situación que tras una vida de trabajo y de puntual pago de las correspondientes cotizaciones sociales, recibiremos –si la recibimos- una pensión mucho menor de la esperada y algunos, con razón, se preguntarán “¿dónde está mi dinero?”.

Publicado en "Diario de León", hoy, domingo 16 de agosto del 2015: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/donde-dinero_1001375.html




sábado, 1 de agosto de 2015

A favor de proteger la cultura... y de practicarla.

En estas fechas veraniegas en las que los más pequeños de la casa disfrutan de sus vacaciones son muchas las actividades y espectáculos que se organizan en diferentes escenarios.

Junto a ellos están sus padres o familiares que hacen todo lo posible para que los niños disfruten de su tiempo libre. Con ello, a veces, la tan maltratada cultura se ve favorecida, así como todos los profesionales que viven en torno a ella. Hasta aquí todo perfecto…

Lo que ya no lo es tanto es la manera que tiene algunos adultos de comportarse en el interior del teatro, cine o sala de espectáculo. El pago de una entrada no da derecho a retomar en cualquier momento la conversación interrumpida en la calle. Tampoco a deslumbrar a los espectadores cercanos con la luz del móvil mientras se wasapea o se consultan las últimas entradas de su red social.

Mucho menos a molestar continuamente con el sonido de todo tipo de golosinas y chucherías (frutos secos, patatas…) que traen en su bolsillo. Hay quien no se corta un pelo y al sonar su ruidoso, salsero y prolongado sonido del móvil no duda en atender la llamada como si tal cosa, para que todos escuchemos sus intimidades.


La cultura y la buena educación son bienes que se transmiten a través del ejemplo, de enseñar a los niños el respeto por las personas que están encima del escenario, o atendiendo. 

Es cierto que los niños son espontáneos y se comportan con naturalidad, pero puede transmitírseles, sólo con pequeños gestos, una respetuosa forma de comportarse. Más de un adulto debería darse cuenta del mal ejemplo que puede estar produciendo dando a entender que si se hacen ciertas cosas, todas ellas están permitidas.

Demos los mayores el ejemplo adecuado. La cultura hay que reivindicarla y protegerla, pero también hay que practicarla.


miércoles, 29 de julio de 2015

Conversar.

Ayer supe que, repentinamente, cerró el Café Comercial de Madrid. Uno de mis preferidos para leer y escribir pero, sobre todo, para conversar. Aproveché cualquier excusa para ir o quedar allí, en la Glorieta de Bilbao. Cierro los ojos y recuerdo el ruído de las cucharillas y el olor a "café-café"... y, muy especialmente, las conversaciones que allí disfrutaba. 

En su momento me llevé un disgusto cuando cerró el Café Suizo de Granada pero, con el tiempo, experimenté aquello de que "la mancha de la mora con otra verde se quita" y descubrí el Café Comercial en Madrid y el Iruña en Pamplona.

Cada día es más difícil entablar una conversación de manera pausada, larga, y sin interrupciones de sonidos impertinentes; conversar con amigos de una manera distendida y como toda la vida, cara a cara…


Parece que el móvil siempre está al acecho para romper cualquier conversación o cualquier silencio. Es tal la voracidad, la sumisión y la dependencia de los móviles (y el negocio que han creado), que la generación actual y la gran mayoría de todos nosotros somos dependientes de este aparato que suena y no deja de sonar, y de condicionar nuestras vidas.

Cuando no es el sonido del wasap es el sms o una llamada. Cuando no es el jefe para darnos algún trabajillo o recordatorio, es la mujer o el marido para saber dónde estás y qué haces; o el hijo o la hija para que les llevemos a algún sitio o para avisar que no vendrán a cenar. Cuando no es otra compañía para ofrecerte un cambio, o el mensaje de la propia diciéndote que la factura acaba de salir y que pronto te la descontarán de la cuenta bancaria; o el compañero que te manda ese vídeo gracioso que quiere compartir contigo.

Vamos a una sociedad de relación móvil, de compartir y hablar por este aparatito que, no lo olvidemos, esconde muchos de nuestros secretos, que dice de nosotros qué es lo que nos gusta o no, a qué hora nos conectamos, por dónde vamos y qué vemos, oímos o leemos, y a quiénes llamamos.

Un punto para pensar: sensatez.

sábado, 16 de mayo de 2015

Elogio de la prensa escrita.

Aquellos generales romanos que atravesaban triunfantes la Via Sacra, en dirección al Capitolio, en una cuadriga con bellos caballos engalanados. Empachados de aplausos, con el enemigo subyugado, y la cabeza ceñida por una corona de laureles, aparecían arrogantes, impresionantes con sus armaduras de plata brillando bajo el impacto de los rayos del sol.

En el camino, la plebe, siempre voluble, aullaba de entusiasmo, mientras a su espalda el esclavo que sujetaba la corona de laurel le musitaba sin cesar al oído “Cave ne cadas” (cuida de no caer), no te confundas: todo poder es efímero y toda gloria pasajera. Estos hombres que hoy te veneran, mañana, pedirán tu cabeza.

Desde muy joven tengo la costumbre de guardar páginas de periódicos, noticias, artículos, reportajes, entrevistas interesantes. Dicen los que saben de esto que las tres cosas que más estrés producen en la vida son el cambio de trabajo, el divorcio y una mudanza. Pues yo, como consecuencia de lo tercero, motivado por lo primero, he estado a punto de experimentar lo segundo por mi insistencia en conservar mis miles de hojas de periódico en cada una de las once mudanzas que he sufrido en los últimos veinticinco años.


Últimamente se está produciendo una apropiación escandalosa de la figura de Adolfo Suárez, precisamente, por quienes fueron algunos de sus más implacables detractores. Hubo una época en que Adolfo Suárez era tratado como un apestado. La derecha le acusaba de traidor y la izquierda le tildaba de franquista. No deja de asombrarme cómo un político tan denostado y repudiado es visto, ahora, como una especie de santo; que le ensalcen quienes, hasta hace no tantos años, propiciaron su descrédito. Sin ninguna vergüenza los mismos que, ayer, se negaron a reconocerle –ni tan siquiera- con una calle en las ciudades en que tenían poder político para hacerlo, hoy, participan como plañideras en homenajes de todo tipo.

Se acaba de cumplir un año del asesinato de la Presidenta del Partido Popular de León y Presidenta de su Diputación, Dña. Isabel Carrasco. La mujer más poderosa -y temida por propios y extraños- de la política leonesa durante años. Dueña de vidas y haciendas. Ahora son legión quienes se autoproclaman víctimas de su mal carácter y de su mano de hierro, de su autoritarismo. Hace unos días uno de ellos dijo que la época de Isabel Carrasco tuvo sus cosas buenas y otras no tan buenas… Quien ha hecho estas declaraciones es uno de los que –en vida- la adulaba hasta la asfixia y le debe toda su carrera política. Su afirmación le define.

Otro caso singular es el del sucesor de la Sra. Carrasco al frente de la Diputación de León, D. Marcos Martínez Barazón que pasó de rey a villano a la velocidad de la luz…Muchos han perdido la vergüenza, el sentido del ridículo o piensan que los demás somos tontos. Es increíble la gente que, sin ningún tipo de rubor, hoy repite aquello de “ya lo dije yo”, “yo lo sabía pero no podía”, “nunca me gustó”… Y digo sin rubor porque, gracias a la prensa escrita, ahí están las fotos de las múltiples ocasiones en que algunos de estos “conversos” rendían pleitesía al ahora caído en desgracia.

Y para muestra, dos episodios. Unos días antes de que este señor sucumbiera (políticamente), se celebró la ceremonia institucional de la Diputación en la Feria de los Productos de León. A la entrada de la plaza de Toros hubo momentos donde la fila llegaba a la puerta grande. Para saludarle, reiterar lealtades, hacerse notar, lograr un apretón de manos y, los más afortunados, un abrazo apretado. Hay fotos, muchas fotos.

O la víspera de su púnica detención, en el besamanos previo a la comida que un grupo de notables de la zona tuvieron con él en el Hostal de San Marcos. A algunos, me consta, no les dio tiempo a enmarcar y exhibir la foto en su despacho profesional pero si de compartirlas en las redes sociales. A otros sí. Y, tan pronto, como se supo la noticia, corrieron a cambiar la foto. No hay nada tan reciclable como un portarretratos. Y nada más rápido que eliminar las fotos de las redes sociales que quedan en ese limbo cibernético que llaman “nube”, único que nos queda después de que el Papa emérito nos dijera que ya no existe el de siempre.

Y, en ese limbo, amparado en el derecho al olvido, uno encuentra con dificultad. Pero, afortunadamente, del Diario de León no pueden eliminarse las páginas de sus miles de ejemplares, con fotos tan claras, tan expresivas, tan elocuentes sobre quién-es-quién y, sobre todo, con quién está uno o, perdón, mejor dicho, estaba… Por todo ello hago un reconocimiento a la prensa escrita y, muy especialmente, a Diario de León, como baluarte de la verdadera memoria. 

Publicado en Diario de León, hoy, 16 de mayo del 2015: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/elogio-prensa-escrita_979277.html