@MendozayDiaz

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jueves, 6 de abril de 2017

La educación digital de los hijos.

La Federación de Castilla y León de Fútbol ha impulsado la puesta en marcha de escuelas de padres para prevenir la violencia en el fútbol base. Lamentablemente, algunas de estas situaciones tienen su origen en los propios padres de los jugadores como cuando someten a una enorme presión a sus hijos, o el comportamiento excesivamente violento (verbal y físico) para árbitros, entrenadores, jugadores o, incluso, hacia otros padres. Los padres no deben ser un elemento desequilibrante en el proceso de iniciación deportiva de sus hijos. Por el contrario, deben ser los verdaderos inductores del ambiente que propicie el desarrollo integral de sus hijos brindando su apoyo y comprensión.

El Club Atlético Reino de León, desde sus inicios, ha programado diversas actividades dirigidas a los padres de sus jugadores que desearan formarse en la difícil y, a la vez, apasionante tarea de formar y educar a sus hijos. Así, surgió su “Escuela de Padres” con periódicas charlas-coloquio que pretenden contribuir a cubrir vacíos de información, aclarar ideas imprecisas, ofrecer consejos prácticos, proponer actividades padre-hijo que favorezcan la comunicación entre ellos, etc. En definitiva, abrir un espacio común de diálogo para todas aquellas personas que quieran -al menos, intentarlo- ser mejores padres. El miércoles 22 de marzo me invitaron a que les hablara sobre el rol de los padres en la educación digital de sus hijos y fue una experiencia muy interesante, sobre todo, porque tuve una oportunidad para compartir experiencias en un asunto clave para la educación de nuestros hijos.

Nos encontramos ante la integración creciente -e imparable- del uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TICS) como herramientas de apoyo al proceso de enseñanza y aprendizaje de los alumnos. Algunos profesores ya están trabajando en ello. Es clave que los padres también nos formemos. Los profesores sólo cubren el horario escolar. Los padres lo somos 24 horas. Es necesaria nuestra urgente -vamos tarde- incorporación a este proceso, de tal manera que nuestra colaboración resulte eficaz. Es fundamental para el éxito de este proceso. Ello requiere que los padres tomemos conciencia de nuestra necesaria “alfabetización digital”. Por ignorancia, el uso de las TICS es percibida, muchas veces, como una amenaza. Y así surgen las dificultades, los problemas.


Nuestros hijos son “nativos digitales”. ¿Qué quiere decir esto? No entienden la vida de otra manera. Es su manera de aprender, de relacionarse. Nuestros hijos son tecnófilos. Ellos no han nacido con el concepto de “filtro”. Tu preguntabas, te recomendaban un buen libro, o te informaban mediante una conversación. Ellos no, ellos encuentran respuestas a todas sus preguntas en internet. Además, buscan su identidad real en las redes sociales donde las identidades pueden ser falsas y, para ellos, sin embargo, son “los” modelos. Ya no sólo son sus padres. Ahora compiten, por ejemplo, con los “youtubers”. Sus relaciones sociales son, en muchos casos, virtuales no personales. Hablan, se enamoran, se pelean, se reconcilian… Ventajas para ellos: nadie me da la “chapa”, es mi zona de confort, mi entorno seguro. No tengo que aguantar las preguntas de mis padres: “¿por qué me preguntas?” “¿para qué me preguntas?”.

Recordad como era la adolescencia, por ejemplo, hace 40 años: vida social en la calle de nuestro barrio, consulta de libros en la biblioteca pública, la enciclopedia en casa, fotos, posters, folletos, imaginación…Y siempre bajo la supervisión de nuestros mayores, de nuestra gente. Las nuevas tecnologías son un universo de posibilidades que, bien administrado, nos hacen más fácil la aventura de vivir. Pensad en lo que supone una tableta conectada a la red: videos, acceso a bibliotecas, a cursos (muchas veces gratuitos) de idiomas, de la universidad de Harvard…

La mayoría de los padres con hijos menores de edad desconocen el mundo virtual en el que viven sus hijos. Han oído hablar y seguro que, mayoritariamente, utilizan Wasap, Facebook, Instagram y, en menor medida, Twitter. Y también, seguramente, casi ninguno utilice Snapchat y, es más, ni siquiera sepa lo que es… Y esto sería un problema porque, precisamente, ésta es la red más utilizada por los menores de estas edades. ¿Por qué? Pues porque las publicaciones sólo se pueden visualizar durante unos segundos, no se pueden guardar: no dejan huella.

¿Qué hacer? Según los expertos, los temas claves para promover el uso seguro y responsable de internet entre los menores son “netiqueta”, privacidad, virus y fraudes y las consecuencias de un uso excesivo. Y concretando y dependiendo de la edad. Con los más pequeños: acompañar, prestar atención a lo que hace mientras está conectado; supervisar, acompañarle durante la búsqueda y su aprendizaje, elegir contenidos apropiados a su edad. Con los más mayores: dialogar sobre el uso de internet y el comportamiento seguro y responsable. Crear un clima de confianza y respeto mutuo. Que se sienta cómodo solicitando tu ayuda. Dialoga, interésate por lo que hace en línea, conoce su actividad en redes sociales. Enséñale a pensar sobre lo que encuentra en línea.

Y, muy importante: sé el mejor ejemplo. Busca la desconexión, fomenta la comunicación familiar. Existen ya iniciativas en algunos países europeos para regular las horas de conexión a internet. El lado bueno de este tipo de propuestas es que empezamos a tomar conciencia del efecto invasor de internet en nuestras vidas. Lo que es un medio maravilloso y potente de información, diversión, comunicación, educación o aprendizaje va camino de transformarse en un monstruo tentacular que invade sin ningún tipo de reparo tertulias, relaciones y reuniones. Conviene tener momento de desconexión real, total. Como, por ejemplo, en las comidas familiares, que tienen una gran importancia: ahí es donde se transmiten las buenas prácticas, los valores, la cultura.

Publicado, en "Diario de Léon", el martes 4 de abril del 2017: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/educacion-digital-hijos_1150695.html

miércoles, 22 de marzo de 2017

Charla-coloquio en la Escuela de Padres del Club Atlético Reino de León.

Esta tarde he hablado sobre “El rol de los padres en la educación digital de sus hijos” en la Escuela de Padres del Club Atlético Reino de León. 


La Federación de Castilla y León de Fútbol ha impulsado la puesta en marcha de escuelas de padres para prevenir la violencia en el fútbol base. 

Lamentablemente, algunas de estas situaciones tienen su origen en los propios padres de los jugadores como cuando someten a una enorme presión a sus hijos, o el comportamiento excesivamente violento (verbal y físico) para árbitros, entrenadores, jugadores o, incluso, hacia otros padres.

Los padres no deben ser un elemento desequilibrante en el proceso de iniciación deportiva de sus hijos. Por el contrario, deben ser los verdaderos inductores del ambiente que propicie el desarrollo integral de sus hijos brindando su apoyo y comprensión.

El Atlético Reino de León, desde sus inicios, ha programado diversas actividades dirigidas a los padres de sus jugadores que desearan formarse en la difícil y, a la vez, apasionante tarea de formar y educar a sus hijos. 

Así, surgió su “Escuela de Padres” con periódicas charlas-coloquio que pretenden contribuir a cubrir vacíos de información, aclarar ideas imprecisas, ofrecer consejos prácticos, proponer actividades padre-hijo que favorezcan la comunicación entre ellos, etc. 

En definitiva, abrir un espacio común de diálogo para todas aquellas personas que quieran (al menos intentar) ser mejores padres.

jueves, 9 de febrero de 2017

Coloquio con alumnos del IES "José Luís Gutierrez".

Hoy tuve un encuentro con alumnos de Bachillerato de las asignaturas de Economía y de Empresa del Instituto "José Luís Gutierrez" de Muga de Sayago (Zamora).


Hablamos sobre claves del éxito en la empresa. Producto, precio, merchandising, proveedores, tecnología, procesos, liderazgo y servicio al cliente fueron algunos de los tópicos que tratamos.

Muy interesante sus aportaciones y, como siempre en este tipo de encuentros, lo mejor ha sido la oportunidad de conocer y dialogar con gente interesante.


Gracias a la Profesora Vanessa Serrador por la invitación.

miércoles, 25 de enero de 2017

Viernes 27 de enero: coloquio en el Instituto de Empresa y Humanismo de la Universidad de Navarra.

El próximo viernes, 27 de enero, tendré un coloquio con los alumnos del Máster en Cultura y Gobierno de las Organizaciones del Instituto de Empresa de la Universidad de Navarra.

El tema será "Personas satisfechas generan clientes satisfechos".

Viernes 27, a las 16'00 horas, en el Aula M8 del Edificio Amigos.



lunes, 16 de enero de 2017

Más allá del informe PISA.

El debate sobre los resultados del último Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes o Informe PISA (por sus siglas en inglés: Programme for International Student Assessment) se está centrando, casi exclusivamente, en las preocupantes y, en algunos casos, escandalosas diferencias entre comunidades autónomas. Es razonable que sea así porque estas diferencias tan sustanciales en la educación de los españoles suponen un grave quebranto del principio de igualdad, uno de los fundamentos del Estado Social y Democrático de Derecho de nuestra Constitución de 1978, que acabamos de celebrar y, que últimamente, tantos, y con tanta insistencia, quieren reformar. 

Aprovechando la publicación de estos resultados podrían considerarse las ventajas de que el Gobierno de España recuperara las competencias sobre Educación, una materia "estratégica" para el futuro de los ciudadanos españoles: un solo sistema educativo para todos, independientemente de nuestro lugar de residencia. Igualdad de oportunidades. Lo que no necesita del consenso o de las mayorías necesarias para una reforma constitucional es conocer más sobre los resultados de estos informes que, periódicamente, evalúan la educación que reciben nuestros hijos. 

Me refiero que sería muy interesante y valioso que los padres de los alumnos que han realizado estas pruebas pudieran comparar los resultados de sus hijos con los de sus compañeros de clase, de centro educativo, de ciudad, de comunidad autónoma, de país. Si, por ejemplo, mi hijo hubiera obtenido 495 puntos en matemáticas, me gustaría saber cuál fue el puntaje máximo y mínimo en su misma clase, de todas las clases del mismo grado de su colegio y, compararlos, también, con los resultados máximos y mínimos en matemáticas (siguiendo con el ejemplo) obtenidos por los alumnos de su edad en nuestra comunidad autónoma, en España, etc...

Esta información, por razones obvias, sería muy valiosa para que padres y profesores pudiéramos enfocar los planes de mejora para nuestros hijos y alumnos y, también, un ejercicio básico de transparencia, de justicia, para poder reconocer el trabajo de los profesores y centros educativos que lo están haciendo bien, y para corregir el de aquellos que lo están haciendo mal. Porque en los grandes números uno se puede confundir y caer -fácil e injustamente- en la tentación de decir que algo está bien o mal cuando el número del resultado es "plural" en su composición, pues, incluso en las comunidades autónomas donde los resultados han sido (globalmente) un desastre, hay casos concretos de alumnos, de profesores y de centros educativos que han obtenido un puntaje destacable; y, también, al contrario, dentro de las grandes cifras de los buenos resultados se esconden situaciones concretas manifiestamente mejorables.

Y todos estos análisis serían posibles si-y-solo-si se entregara a los padres de los alumnos la información comparativa de los resultados de sus hijos. Y, todavía mejor, para todos, si se ampliara la muestra de los alumnos y de los centros educativos participantes. Los datos están y la tecnología para su procesamiento también. Lo único que falta es la decisión política de hacerlo, de ser más transparentes. Pensando en el interés general de los españoles, en nuestro futuro, porque lo que no se mide, lo que no se compara, difícilmente se podrá mejorar.


La diferencia entre los países pobres y los ricos no es la antigüedad del país. Así, India y Egipto tienen miles de años de antigüedad y son pobres. Por el contrario, Australia y Nueva Zelanda tienen poco más de cien años y son países desarrollados. La diferencia entre países pobres y ricos tampoco está en los recursos naturales con que cuentan. Japón tiene un territorio muy pequeño, el ochenta por ciento es montañoso y, sin embargo, es una potencia económica mundial. Su territorio es como una inmensa fábrica flotante que recibe materiales de todo el mundo y los exporta transformados. Básicamente, así logra su riqueza. También contamos con el ejemplo de Suiza, sin océano y con una de las flotas navieras más importantes del mundo. En sus pocos miles de kilómetros cuadrados, pastorea y cultiva sólo durante cuatro meses al año (el resto es crudo invierno) pero produce productos lácteos de la mejor calidad. Tampoco la inteligencia es la diferencia. Tenemos muchos ejemplos de estudiantes de países muy pobres que emigran a países ricos y obtienen excelentes resultados en su educación.

Entonces ¿qué es lo que marca la diferencia?... La actitud de las personas. Tan sencillo como observar y analizar el comportamiento humano: orden, honradez, responsabilidad, esfuerzo, trabajo, ambición, respeto... Por tanto, cada uno de nosotros tiene la oportunidad de contribuir de manera clara a una sociedad mejor: identificando y siendo más responsables y esforzados en el cumplimiento de nuestras obligaciones. Y las autoridades, el deber de crear las condiciones sociales, políticas, culturales y económicas que faciliten el desarrollo de las personas, de los ciudadanos, sobre todo, a través de un sistema educativo de calidad.

Publicado en "Diario de León", ayer, domingo, 15 de enero del 2017: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/mas-alla-informe-pisa_1129772.html

viernes, 23 de diciembre de 2016

A favor de la gente auténtica.

Pertenecer al exclusivo “Club de los 50” tiene ventajas, muchas ventajas.... Una de ellas es haber visto pasar abundante -y diversa- agua debajo del puente y, así, uno recuerda a los “sans culottes”, los descamisados, las sin sujetador o aquella aristócrata de moda en los ochenta, famosilla por dejar evidencias varias de que no usaba ropa interior… En fin, toda una serie de personajes que quisieron decir algo de sí mismos a través de su vestimenta. 

El protocolo en la forma de vestir siempre ha sido un tema. Ya, en su época, D. Antonio Machado escribió sobre el “torpe aliño indumentario”. Más recientemente, recuerdo, a finales de los 70 y principios de los 80, la puesta en escena de las chaquetas de pana de algunos políticos, y su fugacidad… Vamos, que esto no es nuevo. El disfraz de progre. El abandonarse en el vestir como símbolo de cercanía, de apariencia proletaria. En el fondo pienso que se ha tratado de una recurrente estrategia de comunicación de algunos políticos por “humanizarse”, por ser (parecer) uno-de-los-nuestros.


Las corbatas ya no dan votos. Ahora lo que se lleva son las mangas de camisa. Una especie de uniforme cada vez más habitual en los actos institucionales. En mangas de camisa y sin corbata. Y si te empeñas en llevar chaqueta, eso sí, tiene que ser una al-estilo-de-Luís-Aguilé, Y, además, si quieres parecer más progre y más de izquierda, tienes que llevar la camisa por fuera del pantalón. Un atuendo más propio de un día de campo, de barbacoa, tortilla de patata y porrón. Y de esta guisa se presentan, algunos, muchos, cada vez más, sin el más mínimo rubor, en las ceremonias oficiales. Para algunos es el look de la nueva política, para el común de los mortales el uniforme de los desaliñados de toda la vida. 

Para estos personajes se acabó aquello de vestirse bien como muestra de respeto, de consideración, de deferencia hacia las personas con quien uno va a convivir. Primero -poca cosa- fueron los abrigos que fueron sustituidos por chubasqueros como los del marido de la tía Eustasia, la de Luarca… Los abrigos de-toda-la-vida, con lo calentitos y elegantes que son. Es llevar este juego al despiste demasiado lejos: con el frío que hace en León. Y -los otros-, claro, se acomplejan y también se disfrazan. Y compiten a ver quién la tiene más desaliñada. Es muy probable que no quieran confundir, ojalá que no engañar. Que la élite económica prescinda de la corbata -símbolo de poder durante tantos años- eso si me pone en guardia… ¿qué quieren ocultar? En fin, los políticos, y también los directivos de empresas, no utilizan la corbata para despistar a la gente, para aparentar ser lo que realmente no son, gente como uno.

Pareciera que el descuido en el vestir (y en el hablar) nos ayudará a mejorar nuestra sociedad, a hacerla más justa… Todavía no encuentro el punto de conexión, por más vueltas que le doy. Pienso que se confunde la velocidad con el tocino, y el decoro y la buena educación con el tacticismo político. Como está sucediendo con algunos de estos jóvenes profesores universitarios, de imagen personal desaliñada, con ropa de hipermercado, como uno-de-lo-nuestros suele considerarlos mucha gente. Pero, detrás de esa imagen de inocentes jóvenes mileuristas nos estamos encontrando con asesores políticos, “de colmillo”, a nivel internacional que reciben honorarios, con muchos ceros, de fundaciones, gobiernos y televisiones por sus colaboraciones. Socios de organizaciones mercantiles con objetos sociales variopintos. Asesores monetarios del gobierno de Venezuela, o colaboradores de la televisión de Irán… Esto es más de lo mismo. Vamos que tampoco es lo que parecía, que también son casta, con otra presentación –en versión acrílica- pero casta al fin.

El mundo se ha hecho cada vez más más complejo y las informaciones que recibimos, cada vez más simples. La palabrería barata está reemplazando al debate de las ideas. Y como, parece, que lo del “torpe aliño indumentario” no terminar de resultar, ahora, están poniéndose de moda unos programas de televisión donde los políticos nos abren las puertas de su casa. Qué ternura… Humo, más humo. Yo lo que quiero es que hablen de política, escuchar sus propuestas. A mí me importa una jícama si sabe hacer croquetas o el color de los azulejos de su cuarto de baño. Me da la impresión de que están intentando -con éxito- jugar al despiste… Yo lo que quiero es que me digan qué proponen -por ejemplo- para mejorar el sistema de pensiones, la educación o acabar con la despoblación de nuestros pueblos cuestión ésta que, en León, es prioritaria. No me interesan las otras habilidades. Sin duda que serían una simpática conversación para la hora del café. A ver si es que mientras exhiben sus habilidades para el ganchillo o elaborar una mayonesa decente no hablan de lo que tienen que hablar. A mí me interesa, qué proponen, qué saben de administrar, de gestionar. Que, desde tiempo del faraón, una cosa es predicar y otra dar trigo.

Publicado, hoy, 23 de diciembre del 2016, en "Diario de León": http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/favor-gente-autentica_1124668.html

jueves, 8 de diciembre de 2016

Un Informe PISA más transparente.

El debate sobre los resultados del último Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes o Informe PISA (por sus siglas en inglés: Programme for International Student Assessment) se está centrando, casi exclusivamente, en las preocupantes y, en algunos casos, escandalosas diferencias entre comunidades autónomas. 

Es razonable que sea así porque estas diferencias tan sustanciales en la educación de los españoles supone un grave quebranto del principio de igualdad, uno de los fundamentos del Estado Social y Democrático de Derecho de nuestra Constitución de 1978, que acabamos de celebrar y, que últimamente, tantos, y con tanta insistencia, quieren reformar. 

Aprovechando que "el Pisuerga pasa por Valladolid" podrían considerarse las ventajas de que el Gobierno de España recuperara las competencias sobre Educación, una materia "estratégica" para el futuro de los ciudadanos españoles: un solo sistema educativo para todos, independientemente de nuestro lugar de residencia. Igualdad de oportunidades.

Lo que no necesita del consenso o de las mayorías necesarias para una reforma constitucional es conocer más sobre los resultados de estos informes que, periódicamente, evalúan la educación que reciben nuestros hijos. 

Me refiero que sería muy interesante y valioso que los padres de los alumnos que han realizado estas pruebas pudieran comparar los resultados de sus hijos con los de sus compañeros de clase, de centro educativo, de ciudad, de comunidad autónoma, de país. 

Si, por ejemplo, mi hijo hubiera obtenido 495 puntos en matemáticas, me gustaría saber cuál fue el puntaje máximo y mínimo en su misma clase, de todas las clases del mismo grado de su colegio y, compararlos, también, con los resultados máximos y mínimos en matemáticas (siguiendo con el ejemplo) obtenidos por los alumnos de su edad en nuestra comunidad autónoma, en España, etc...

Esta información, por razones obvias, sería muy valiosa para que padres y profesores pudiéramos enfocar los planes de mejora para nuestros hijos y alumnos y, también, un ejercicio básico de transparencia, de justicia, para poder reconocer el trabajo de los profesores y centros educativos que lo están haciendo bien, y para corregir el de aquellos que lo están haciendo mal.

Porque en los grandes números uno se puede confundir y caer -fácil e injustamente- en la tentación de decir que algo está bien o mal cuando el número del resultado es "plural" en su composición, pues, incluso en las comunidades autónomas donde los resultados han sido (globalmente) un desastre, hay casos concretos de alumnos, de profesores y de centros educativos que han obtenido un puntaje destacable; y, también, al contrario, dentro de las grandes cifras de los buenos resultados se esconden situaciones concretas manifiestamente mejorables.

Y todos estos análisis serían posibles si-y-solo-si se entregara a los padres de los alumnos la información comparativa de los resultados de sus hijos. Y, todavía mejor, para todos, si se amplia la muestra de los alumnos y de los centros educativos participantes. Los datos están y la tecnología para su procesamiento también. Lo único que falta es la decisión política de hacerlo, de ser más transparentes. Pensando en el interés general de los españoles, en nuestro futuro, porque lo que no se mide, lo que no se compara, difícilmente se podrá mejorar.



lunes, 28 de noviembre de 2016

Destacar en las aulas...y en el recreo.

Hace unas semanas tuve la suerte de escuchar a Trinidad Manzano que inauguró el Foro sobre Innovación Educativa con una conferencia sobre los detalles del programa de aprendizaje cooperativo que están desarrollando en el Colegio Peñacorada. 


Escuchándola, pensaba en la importancia que tiene que las personas aprendamos -desde niños- a colaborar. Empresarios y directivos de organizaciones se quejan, con frecuencia, de que sus empleados (y muchos de ellos, añado yo…) no saben trabajar en equipo, y de los perjuicios que esa carencia tiene para sus resultados. 

Es muy difícil, casi imposible, aprender a trabajar en equipo únicamente a través de la lectura de libros o en un taller por muy bueno que sea el facilitador, y por muy buenas que sean las disposiciones del lector y/o participante. Como ocurre con tantas otras habilidades de “importancia vital”, a trabajar en equipo se aprende, desde pequeños, en la familia y el colegio. Jugando y estudiando: conviviendo.

El logro de las metas de las empresas depende del grado de compromiso de las personas que en ellas colaboran, más allá de la responsabilidad que desempeñen en la organización. Por tanto, para un directivo es prioritario contar con un equipo de personas, conocedoras de su trabajo, esforzadas en hacerlo bien, con ganas e ilusión por lograr los objetivos. En definitiva, de un equipo de colaboradores.

Una actitud formada en el esfuerzo por hacer las cosas bien supone un buen antídoto para superar los circunstanciales estados de ánimo. La voluntad se puede entrenar, y eso depende de cada uno de nosotros. Ese entrenamiento de la voluntad se logra a base de pequeños vencimientos, de pequeños esfuerzos, del logro de metas, que comienzan siendo pequeñas y, una vez educada nuestra voluntad, pueden superar todas las expectativas. Esforzarnos, insistir en lograr lo que nos cuesta engrandece y fortalece nuestra voluntad. Lo más difícil suele ser el compromiso con lo pequeño, con lo menos importante, con lo que suele pasar inadvertido ante los demás…  Los buenos colaboradores que he conocido (y he tenido la suerte de conocer a muchos) son personas que se preocupan y ocupan de los detalles, de hacer bien las cosas pequeñas, con el mismo interés y esfuerzo con el que atienden los grandes asuntos de sus vidas. Una voluntad entrenada para hacer las cosas bien se manifiesta en propósitos firmes y un ánimo superior para enfrentar las contrariedades. Estas son sólo algunas de las diferencias entre un empleado y un colaborador.

Las organizaciones de alto desempeño se definen por ser organizaciones de colaboradores. La organización de esa red de talentos o colaboradores interconectados en torno a un mismo proyecto, cada uno desde su rol, de forma sinérgica y creativa, no es sólo cuestión de liderazgo, acierto estratégico y una dirección adecuada en cada entorno, sino, además, el resultado de un fino alineamiento de las políticas de selección, desarrollo y compensación en torno al objetivo de atraer y retener el mejor talento y conectarlo al proyecto. 

En la economía del conocimiento, las personas producen más valor que el capital y, por tanto, deben ser tratadas -realmente- como factor privilegiado, en tanto que su impacto en los resultados es cada vez mayor. En la vieja empresa -que requiere pocos pensantes y muchos actuantes- el éxito depende de la creatividad de los pensantes y de la disciplina y esfuerzo de los actuantes. Hoy -y desde hace tiempo- las cosas ya no son así, y no sirve de nada tener actuantes disciplinados si no resuelven las necesidades de los clientes y no colaboran en la innovación para producir, en términos de coste y calidad, mejor que la competencia. Este valor añadido, diferencial del conocimiento organizado, supone la ventaja competitiva más sólida y difícil de copiar.

La formación que reciben quienes tienen la responsabilidad de dirigir suele estar más enfocada hacia elementos técnicos que hacia elementos que faciliten su relación con otras personas. Estamos invadidos de tecnicismos que rodean la gestión de las empresas, y descuidando dos capacidades básicas como son el sentido común y el criterio fundamentado en principios. Esta carencia, en ocasiones, se ha reflejado en el mal desempeño de algunos directivos en forma de corrupción o engaños.  

Un directivo debe saber anticiparse a lo que está sucediendo, contar con una visión estratégica del negocio, e, igualmente, ser capaz de formar e integrar equipos de trabajo. La orientación a las personas, la habilidad de relacionarse, es un requisito desde que las organizaciones comenzaron a simplificarse, a "aplanarse".  Por tanto, ahora, quien tiene la responsabilidad de dirigir tiene que haber destacado tanto en las aulas como en el recreo... Porque en la empresa tendrá que relacionarse con personas y esto no se aprende sólo en los libros. Una vez más, la importancia de aprender (ojalá en la familia y en el colegio) a comunicar, a cooperar, a relacionarse: a convivir. Si no, se tendrán serias dificultades para dirigir un equipo de personas. Y, esto a la larga, siempre repercute en los resultados.

Publicado en "Diario de León", hoy, lunes 28 de noviembre del 2016: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/destacar-aulas-hellip-recreo_1118310.html

lunes, 14 de noviembre de 2016

Por las buenas formas.

Una oleada de creciente vulgaridad invade nuestra vida. No es nueva. Hace unos treinta años, algunas personas decidieron como reacción a los cánones políticos de la época, identificar autoritarismo y maneras educadas de tratarse, dictadura y buenas formas.

Se produce, entonces, el progresivo derrocamiento de la corbata, la entronización poderosa del vaquero y, lo que es peor, el arrinconamiento de los buenos modales, la devaluación de los usos lingüísticos que, “viralmente”, nos alcanza a todos. Asistimos, pues, al desprecio sistemático de las buenas formas, a su conculcación cuando no a su burla y escarnio: los jóvenes no se consideran, en general, obligados a ceder a los ancianos el asiento del autobús. A vetusto anacronismo suena el observar la vieja costumbre de que el que sale tiene derecho preferente sobre el que entra.

El “sincorbatismo” se ha convertido en una mística, cuando, en realidad, vestir bien no consiste en llevar siempre corbata sino el traje o la vestimenta adecuados a cada situación. He conocido a directivos de organizaciones y empresarios de éxito que adolecen de una buena educación, de buenas maneras, de buenas costumbres. El protocolo es la técnica de hacer bien las cosas y el conjunto de normas y usos que nos dicen cómo actuar. Una técnica que, como tal, se aprende. Una preocupación humana, desde antiguo. El famoso Confucio, quinientos años antes del nacimiento de Cristo, ya destacaba su importancia en las relaciones humanas. Un negocio puede no concretarse por falta de tacto en una conversación o por desconocimiento de las costumbres de un país.

Una vez más, la importancia de cuidar los detalles, las cosas pequeñas, en las relaciones humanas. Cosas de protocolo que, a muchos, se les escapa, a veces por ignorancia y otras por el curioso convencimiento de entender que la buena educación está reñida con la modernidad. Aunque la mayoría de las normas de protocolo son universales, cada país tiene las suyas y hay que conocerlas para facilitar el éxito de un negocio. Muchos extranjeros se extrañan ante errores tan comunes entre los españoles como el habitual tuteo, o ir directamente al grano y hablar de negocios desde el primer momento.

La imagen corporativa ha pasado a ser un tema de millones de euros para muchas organizaciones. Cada vez son más frecuentes los grandes despliegues publicitarios. La cuestión clave es: ¿está la organización preparada para cumplir con las promesas desarrolladas por creativos y publicistas? La organización tiene que cumplir con las expectativas generadas por la campaña de imagen. Si, por ejemplo, decimos que nos distinguimos por la amabilidad, debemos traducirlo en acciones concretas de nuestros colaboradores: ¿todos sonriendo? ¿resolver con diligencia los problemas de los clientes? ¿responder el teléfono antes del tercer timbrazo...?

Concretar es fundamental para poder lograr uno de los aspectos más complejos: lograr el compromiso de todos, que quieran lo que la organización quiere, cómo y cuándo lo quiere. Lograrlo, requiere un trabajo intenso que exige mejoras en la cultura de trabajo, en los estilos de dirigir. Emprender una campaña de imagen con una promesa que la organización no está preparada para ofrecerla es un desprestigio, una pérdida de tiempo, dinero y credibilidad.

Cuidar nuestra imagen es fundamental. Una imagen que implica no sólo llevar la vestimenta adecuada sino comportarse correctamente en toda circunstancia. La puntualidad, la cortesía o cómo saludar son algunos aspectos a cuidar especialmente. El saludo es el primer contacto físico con la otra persona; por tanto, hay que cuidar cómo estrechamos la mano. Una persona segura estrecha francamente su mano. Dar la mano como si fuera una merluza muerta, o como si fuera una tenaza, suelen ser muestras de mala educación. La urbanidad se puede aprender siempre, aunque facilita las cosas si los aspectos básicos se vivieron desde pequeños. Cuando no tengamos claro qué hacer, actuar con naturalidad es siempre mejor que adoptar una postura acartonada, estereotipada, rígida.

En conclusión, la imagen vende y las buenas costumbres venden mucho más. Las ricas fórmulas de salutaciones del español han sido reducidas al “hola”, al “vale” o al “ok”. El tuteo indiscriminado se ha impuesto de forma generalizada. Se ignora que los parques públicos son de todos y no es difícil contemplar la destrucción del respeto a los otros que supone el “día después” de los botellones. Los insoportables y, en ocasiones, ridículos, sonidos de algunos multitonos de teléfonos móviles nos aturden a todas horas y en todo lugar. Los usuarios frecuentes del tren debemos soportar, si o si, que cualquier hijo de vecino cuente, sin ningún pudor y a viva voz desde su asiento, su vida y milagros a su interlocutor telefónico, cuando, el precio pagado por el billete, pareciera dar derecho a una mínima tranquilidad.

Ya en el siglo XIX un escritor tan nada sospechoso de “involucionismos” como Mariano José de Larra satirizaba sobre las toscas maneras y alababa el “provechoso yugo de una buena educación”. Hoy debemos exigir, con Larra y con todas las personas civilizadas, la restitución imperiosa de las buenas formas y la proscripción social del mal gusto y la chabacanería.

Publicado en "Diario de León" el domingo 13 de noviembre del 2016: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/buenas-formas_1114303.html

domingo, 6 de noviembre de 2016

Huelga de deberes.

Los clientes de Renfe celebramos la noticia de que, por fin, esta empresa vaya a ofrecer wifi en algunos -sólo en algunos, por aquello de ordenar las expectativas- de sus trenes. Ni siquiera en todos sus trenes de alta velocidad, sólo en algunos como, anuncian, los que prestan servicio en las líneas a Sevilla y a Barcelona. A los usuarios del “ave” Madrid-León (también en esta ocasión) nos tocará esperar. 

Que, hasta ahora, una compañía como Renfe no ofreciera este servicio a sus clientes es, cuando menos, sorprendente.

*

Se acabó la vendimia y comienza la campaña del aceite de oliva. Unos estudiosos han calculado el número de olivos que hay en Andalucía. Realmente hay “gente-pa-tó”, hasta para calcular el número de olivos… Estiman que unos sesenta y cinco millones. Una inmensidad. Recuerdo que hay lugares donde uno parece estar rodeado. Una alfombra de olivos que se extiende a cualquiera de los cuatro puntos cardinales. Por ejemplo, entre Baeza y Úbeda.


Sobre el aceite de oliva y mucho más trata uno de los últimos libros de Juan Eslava Galán “Viaje por el Guadalquivir y su historia”: de los orígenes de Tarteso al esplendor del oro de América y los pueblos de sus riberas.

Leyéndolo me llamó la atención una curiosidad que algunos, con gran ingenio y no sin razón, consideran un antecedente del código de barras. Las ánforas llamadas olearias se denominaban así en el Imperio Romano porque servían para envasar aceite. Cada ánfora llevaba la “figliana” o sello del alfarero en un asa y, además, una serie de inscripciones a tinta y pincel, en letra cursiva, los llamados “tituli picti”, en los que consignaban el peso del envase, el peso del aceite, el nombre del productor y otros datos fiscales.

Estas ánforas olearias procedentes de la Bética se han encontrado en puntos tan distintos como Inglaterra y la India, lo que prueba que el aceite andaluz no está de moda porque lo recomienden los cocineros (chefs) de moda, sino que ya, entonces, era muy valorado en todo el mundo conocido. 

**

Una asociación de padres de alumnos ha convocado una huelga de deberes para este fin de semana, como forma de presión para que se regule por ley la eliminación de las tareas escolares. Pienso que, en este asunto, como en tantos otros, no hay nada mejor que mirar a quien o quienes lo hacen mejor. Aprender de los otros, especialmente de aquellos que lo hacen bien, el famoso “benchmarking”. En este caso, finlandeses y coreanos que, cada año y desde hace varios, obtienen los mejores resultados en los informes del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes o Informe PISA (por sus siglas en inglés: Programme for International Student Assessment).

Algunas buenas prácticas que pueden servir de fuente de inspiración. Por ejemplo, en Corea, la educación se concibe como una obligación patriótica. Los estudiantes tienen jornadas de seis horas de clase y entre cuatro o cinco de refuerzo. Y la profesión de maestro tiene un gran prestigio y reconocimiento social. 

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domingo, 2 de octubre de 2016

La "otra" educación.

Hoy, en el mundo occidental, la casi totalidad de los ciudadanos saben leer y escribir lo que supone un logro inimaginable hace un siglo. Sin embargo, eso no basta en las relaciones económicas y sociales de nuestro tiempo. Muchas personas no son capaces de seguir instrucciones escritas, tienen dificultades para comprender lo que leen y no son capaces de extraer mínimas consecuencias analíticas. Son los llamados "analfabetos funcionales".

La comprensión como distinta al simple desciframiento de los símbolos escritos que constituyen las palabras, es vital para manejar manuales y sistemas informáticos, por ejemplo. Para una economía que sólo pretende producir y exportar materias primas, esta cuestión tiene poca importancia. En cambio, la microelectrónica, biotecnología, telecomunicaciones, etc., todas ellas son industrias basadas en la capacidad intelectual de las personas y, por ello, se pueden instalar en cualquier lugar del mundo…. El conocimiento y las habilidades son la más importante (si no la única) fuente de ventaja comparativa sostenible en el largo plazo. 


El esfuerzo por una buena educación es una prioridad de todos, es la base para un desarrollo humano y económico sostenible. Las dificultades actuales, la mayor incertidumbre y la mayor carga de trabajo están provocando una mayor tensión en las organizaciones. Las discusiones, los malos entendidos, etc. se hacen presentes y, a veces, generan un ambiente difícil y desagradable. Si en este contexto, además, quienes tienen la responsabilidad de dirigir no practican las normas básicas de educación y cortesía, la situación empeora aún más.

¿Cuáles son estas normas básicas de convivencia que habitualmente no se respetan? No saludar al llegar al lugar de trabajo. No mirar a la cara. Llegar tarde a las reuniones haciendo perder el tiempo a los demás, generalmente sin pesar alguno por la pérdida de tiempo y la falta de respeto que supone para otras personas. No responder: correos, llamadas de teléfono, etc. No escuchar a los otros: leyendo en las reuniones mientras otros exponen, interrumpiendo la exposición o monopolizando el uso de la palabra. Enfadarse, elevando violentamente el tono de voz ante cualquier hecho que no sea de su agrado. No pedir las cosas por favor ni dar las gracias.

Muchos directivos se excusan diciendo que no es un problema de mala educación sino de falta de tiempo... Es posible que refleje una mala organización personal del tiempo por no delegar lo suficiente. Pero en el fondo, opino, hay una falta de respeto y consideración hacia las personas con las que trabajamos. Respetar a todas las personas con las que nos relacionamos es esencial en nuestro desarrollo profesional. Egoísmo, ambición, afán de poder, individualismo, competitividad extrema, que no duda en poner el pie encima de otro... son algunos de los calificativos con los que muchos ciudadanos definen a los directivos de muchas organizaciones. Quizá para revertir estas negativas opiniones se ha vuelto a poner el foco en la conveniencia de que los directivos se esfuercen en adquirir y desarrollar otras cualidades como, por ejemplo, el liderazgo basado en principios.

El directivo debe tener la capacidad de estar informado de todo lo relevante para su organización, de trabajar codo con codo con cualquiera. Tiene que saber del negocio y de la empresa, tener metas claras, mantener la política de puertas abiertas y contagiar a sus colaboradores para que estos se adhieran, ojalá con entusiasmo. Por tanto, el directivo, además de tener ciertos conocimientos de la industria o del mercado, debe tener la capacidad para relacionarse y comunicarse -efectivamente- con las personas: clientes, proveedores y, muy especialmente, con su equipo de colaboradores.
Su principal tarea es coordinar a las personas a quienes tiene la responsabilidad de dirigir, para lograr los objetivos que se quiere alcanzar. Esto implica tiempo y habilidad para delegar, trabajar en equipo, escuchar a las personas y considerar su participación en la toma de decisiones. 

Definitivamente, las personas son la mayor y la mejor ventaja competitiva. Y para ello es fundamental generar -quien tiene la responsabilidad de dirigir- un ambiente de trabajo en el que todos los colaboradores puedan desarrollarse. Por tanto, sugiero recuperar, actualizar, las mejores prácticas de normas de buena educación en favor de las personas con las que convivimos en nuestro trabajo profesional, especialmente, con quienes tenemos la responsabilidad de dirigir.

Publicado en "Diario de León" el domingo 2 de octubre del 2016: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/otra-educacion_1103501.html

miércoles, 27 de julio de 2016

A favor de la Política.

En España hay un empleado público por cada cinco personas ocupadas versus uno por cada quince en la Unión Europea, o uno por cada treinta y seis en Estados Unidos… En abril del 2010, varios economistas vinculados a UPyD publicaron “El coste del Estado Autonómico”. El estudio demostraba que, sólo gestionando todas las Comunidades Autónomas como lo hacen las tres más eficientes, podríamos ahorrarnos 24.000 millones de euros. Entonces ¿por qué tantas resistencias a aprender de las buenas prácticas de los otros? En general, se echa de menos interés en acabar con el despilfarro y las duplicidades de las administraciones públicas; y ello porque, en muchos casos, configuran la red clientelar de los partidos políticos viejos… y nuevos.

No digo que la tarea armonizadora sea una tarea sencilla pero sí que contamos con leyes para facilitarla que los pactos con los nacionalistas tienen “neutralizadas”, como, por ejemplo, el artículo 150.3 de la Constitución: “El Estado podrá dictar leyes que establezcan los principios necesarios para armonizar las disposiciones normativas de las comunidades autónomas, aun en el caso de materias atribuidas a las competencias de éstas, cuando así lo exija el interés general”.

Lo que sucede es que en la raíz de todo este desaguisado están los pactos de PSOE y PP con los nacionalistas, durante los últimos treinta y cinco años, para mantenerse en el poder. Obsesionados por conseguir un arreglo con los nacionalistas, al estilo de siempre, poniéndose de acuerdo en el precio. Así, por ejemplo, nos encontramos con el sistema fiscal privilegiado de Navarra y País Vasco. Un escandaloso ejemplo sobre el injusto reparto de la riqueza disponible entre españoles: la media de recursos no financieros por habitante de las comunidades autónomas del régimen común es de, aproximadamente, 2.800 euros mientras que la media de las del régimen foral (Navarra y País Vasco) es de 4.800 euros.

Y otro ejemplo más. ¿Un hombre, un voto? Ja-ja-ja… Tengo dudas -más que razonables- de que en España se esté cumpliendo el artículo 123 de la Constitución que proclama el derecho de todos los españoles a elegir y ser elegidos en igualdad de condiciones. La Ley Electoral vigente beneficia al nacionalismo y a los grandes partidos tradicionales, además de ejercer un efecto disuasorio para cualquier osado que pretenda fundar un partido político de ámbito nacional. Así se explica que, en las elecciones generales de diciembre del 2015, Izquierda Unida obtuviera tan solo dos escaños pese a conseguir 923.105 votos mientras que el Partido Nacionalista Vasco lograra seis diputados con un tercio de los votos (301.585).

Una democracia necesita ciudadanos que la defiendan. Menos “indignación” y más ciudadanía. Desde la política se puede contribuir a cambiar aquellas cosas del mundo que se manifiestan radicalmente dañinas para el desarrollo y la dignidad de las personas. Habrá quien me diga que no es necesario militar en un partido político para hacer política. Es verdad, pero, desde el respeto a otras opciones, quiero manifestarme a favor de la acción política a través de los partidos políticos. Ni todas las ONG del mundo juntas tienen la posibilidad de cambiar las decisiones de los organismos internacionales en las que se sientan los líderes políticos del mundo. Sí, influyen, y esto es muy importante. Pero no deciden: deciden los políticos.

Hay muchas políticas por mejorar (“reformar”). Somos campeones en fracaso escolar, no tenemos ni una sola universidad española entre las cien mejores del mundo. Nuestra electricidad, combustibles y comisiones bancarias están entre las más caras de la Unión Europea. La deuda pública española que se ha incrementado hasta cifras históricas, en los últimos años, se ha utilizado fundamentalmente para rescatar comunidades autónomas, ayuntamientos y cajas de ahorro desgobernadas y arruinadas por los de siempre. La corrupción es sistémica y ha acabado por contaminar a todas las instituciones del Estado: sin excepción. Por tanto, también son urgentes medidas de regeneración democrática para vincular más estrechamente a los representantes políticos con sus representados: sistema electoral con listas abiertas, elección directa de presidentes del Gobierno, de Comunidades Autónomas, de Alcaldes; limitación de mandatos, e introducir incompatibilidades más rigurosas entre el ejercicio de cargos públicos y negocios privados.

La base de la ciudadanía democrática es la igualdad en libertad. Luchar contra las tiranías que pisotean la democracia formal, así como contra la miseria y la ignorancia que imposibilitan la democracia material: regenerar la democracia, reivindicar el patriotismo constitucional y defender la igualdad entre españoles. Hacer política de otra manera, respetando al adversario, escuchando, dando argumentos, tratando de convencer, dando al otro la oportunidad de convencerte. El respeto al otro está en la base de la misma democracia. En fin, una política, nueva, buena, “con mayúscula”.

Publicado hoy, 27 de julio del 2016, en Diario de León: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/favor-politica_1086704.html



viernes, 15 de abril de 2016

Gracias al Centro Universitario Villanueva y a D. Lorenzo Bermejo Muñoz.

Ayer presenté mi libro "Viva Mi Gente (cinco acciones básicas que te ayudarán a dirigir mejor)" en la sede del Área Jurídica y Empresarial del Centro Universitario Villanueva, adscrito a la Universidad Complutense de Madrid.


Mi gratitud al Centro Universitario Villanueva y a D. Lorenzo Bermejo Muñoz por todas sus atenciones.

Comos siempre, lo mejor fue el diálogo con las personas que asistieron.

lunes, 11 de abril de 2016

Presentación en Madrid de "Viva Mi Gente (cinco acciones básicas que te ayudarán a dirigir mejor)"

El próximo jueves, 14 de abril, presentaré "Viva Mi Gente" en Madrid.

Será a las 19'00 horas en la sede de Derecho y Administración de Empresas del Centro Universitario Villanueva de la Universidad Complutense.

Estáis todos invitados: ojalá me podáis acompañar.

También os agradecería que compartierais esta invitación con vuestros amigos.

Muchas gracias.


viernes, 12 de febrero de 2016

Presentación de "Viva Mi Gente (cinco acciones básicas que te ayudarán a dirigir mejor)" en la Peña Vitoriana.



Ayer jueves 11 de febrero, a las 19'30 horas, presenté mi libro en las instalaciones de la Peña Vitoriana Tenis Club (http://www.pvitoriana.com/), organizada por el Foro Alavés de Empresa y Humanismo que preside D. José Carlos Tena.


Como siempre, en este tipo de actos, lo mejor fue la oportunidad de conocer y dialogar con personas interesantes.

Muchas gracias a todos por sus atenciones.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Beth Borés (ACCimagen.com) recomienda leer "Viva Mi Gente".

Beth Borés, fundadora de ACC Imagen (http://www.accimagen.com/), cree que todo el mundo merece las mismas oportunidades para tener éxito en la vida. 

Y, como Consultora de Imagen, su objetivo es ayudar a los individuos y a las Corporaciones en la mejora de su imagen, descubriendo y resaltando sus fortalezas a través de una mejora en su imagen exterior (Apariencia, Comportamiento y Habilidades en la Comunicación).

Ella se apoya en su variada experiencia profesional y personal para evaluar a sus clientes, identificar sus intereses, habilidades y necesidades particulares, y ayudarles a crear una imagen personal que conjugue a la perfección con su apariencia física, su personalidad, su estilo, su rol y objetivos en la vida.

Beth es una profesional de prestigio y es mi amiga. 

Para mi es un honor, y una gran alegría, que recomiende la lectura de mi libro.


Muchas gracias, Beth.


lunes, 8 de febrero de 2016

Conferencia en el Foro Empresarial de Murcia.

El jueves tuve una conferencia ("Personas Satisfechas Generan Clientes Satisfechos") en www.realcasinomurcia.com organizada por el Foro Empresarial de Murcia (http://murciaeconomia.com/not/40755/enrique-mendoza-lsquo-personas-satisfechas-generan-clientes-satisfechos-rsquo-/).

El Real Casino de Murcia es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Se encuentra en la céntrica calle Trapería, no lejos de la catedral.


El edificio, cuya construcción comenzó en 1847 es una mezcla de las distintas corrientes artísticas que coexistieron en la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX en España y fue declarado monumento histórico-artístico nacional en 1983, por lo que en la actualidad está considerado bien de interés cultural, con la categoría de monumento.

Tuve la suerte de recorrer sus instalaciones. Quedé especialmente encantado con su biblioteca...


A la conferencia también acudieron amigos y lectores de "Viva Mi Gente (cinco acciones básicas que te ayudarán a dirigir mejor)", a quienes, agradecido, dediqué sus ejemplares.


Me siento un privilegiado por haber tenido la oportunidad de conocer -y dialogar- con personas interesantes en un lugar tan distinguido.

Muchas gracias a los organizadores por sus atenciones.

viernes, 29 de enero de 2016

Presentación en la Universidad de Extremadura.

Hoy he presentado la ponencia "Personas Satisfechas Generan Clientes Satisfechos" dentro del seminario "Ética y enseñanza en la universidad", coordinado por el Profesor Rafael Robina (con quien aparezco en la foto) e impartido en la Facultad de Estudios Empresariales y Turismo de la Universidad de Extremadura.


Muchas gracias a los Profesores que han asistido y a la Universidad de Extremadura por sus atenciones. Y al Profesor Rafael Robina por su iniciativa.

sábado, 26 de diciembre de 2015

Pañales para adultos.

Hace unas semanas leí una noticia que llamó mi atención: En Japón, por primera vez en su historia, el año pasado, se vendieron más pañales para adultos que para bebés… En España, más temprano que tarde, viviremos una situación similar. Con nuestras actuales tasas de natalidad, dentro de medio siglo, cuatro de cada diez españoles tendrán más de 65 años. Más datos. Durante la próxima década, casi un 30% de las casas estarán habitadas por una sola persona y otro porcentaje similar, por dos.

Algunos expertos hablan de suicidio demográfico de España. No sé si será una exageración, pero, seguro, que este nuevo escenario -la combinación de envejecimiento y descenso de la población- supondrá una nueva estructura económica. Sin duda que es una buena noticia que la esperanza de vida de los españoles supere, ya, los 80 años de edad como también sucede en otras economías desarrolladas. Vamos hacia una sociedad con cada vez más jubilados, que vivirán más, y menos personas en edad de trabajar y, muchos de éstos, con contratos a tiempo parcial y contribuciones reducidas a la Seguridad Social. Y todo esto impactará de múltiples formas a nivel económico, social y presupuestario.

Perdemos población. Los datos del Instituto Nacional de Estadística marcan una tendencia común a todo el país pero que, en León, se hace más profunda que en la media nacional. Aquí, lo vemos todos los días, cada vez perdemos más población y la que queda está envejecida porque, además de caer la natalidad, los jóvenes se tienen que ir a otros lugares en busca de oportunidades de trabajo. Hace unos meses conocíamos el dato de que, en León, casi un 30% de los municipios no registran ningún nacimiento en el año y, sin embargo, casi todos, si registran vecinos fallecidos. O que los centenarios que residen en León se han duplicado en la última década. O que la provincia ha perdido más de ochenta mil habitantes durante los últimos cuarenta años. O que somos los terceros con más conductores mayores de 74 años.


España es ya uno de los países más envejecidos del mundo. Baja natalidad y aumento de la esperanza de vida aceleran el proceso de envejecimiento de la población española. Cada año nacen menos niños y se mueren menos habitantes. La población en edad de trabajar está disminuyendo y en el futuro se reducirá todavía más. A finales del siglo XIX, la expectativa de vida media era de poco más de 50 años; hoy es de más de 80. El sueño –la ilusión- de tantas generaciones de vivir hasta los 100 años, cada vez es una posibilidad al alcance de más personas. Jubilarse ya no es como la antesala de la muerte. Afortunadamente. Es decir, un menor número de trabajadores va a tener que sostener a un mayor número de jubilados. Ante este panorama surge una pregunta “incómoda” ¿quién pagará los programas de atención a dependientes, la sanidad, el gasto farmacéutico…? 

Vamos camino de ser “un país de viejos”. Es importante hacer visible un problema que sólo perciben quienes la ven día a día: la muerte lenta de sus pueblos. Uno de los problemas más graves (y quizás menos atendidos) de España. Situación que hubiera sido más grave de no ser por la contribución de los inmigrantes durante los últimos años. Pero, como consecuencia de la crisis económica, cada vez llegan y permanecen menos inmigrantes en nuestro país. Esta situación es una “bomba de tiempo” que, si no se pone remedio, acabará explotando en forma de un insostenible gasto en sanidad, en servicios sociales y en pensiones. El desequilibrio demográfico obligará a cambios drásticos en el modelo de sociedad. Estamos condenando a la inviabilidad al modelo social que nosotros hemos heredado. Recuperar el crecimiento demográfico es fundamental para mantener muchas de las prestaciones de nuestro actual modelo económico y social.

El problema de la natalidad es acuciante y su resolución poco tiene que ver con factores ideológicos o partidistas, sino con una concepción responsable del futuro. La familia no es un asunto “estrictamente” privado. La negativa de muchas familias a tener hijos hace tambalear los fundamentos de nuestro Estado del Bienestar. Por tanto, urge impulsar las políticas de apoyo a la familia con incentivos económicos y con medidas que favorezcan –realmente- la tan proclamada conciliación laboral. El derrumbe de nuestra pirámide poblacional es el derrumbe de nuestro modelo de sociedad. Aquí está la gravedad y la urgencia.

La crisis económica –y la inestabilidad social- ha retrasado y desincentivado la maternidad. Muchas mujeres la retrasan a la espera de mejores condiciones que, a veces, nunca llegan y, si llegan, es a una edad tardía para tener y educar a un hijo. Para muchas mujeres supone una tensión entre el reloj biológico y la coyuntura económica. Las buenas prácticas de algunos países como, por ejemplo, algunos del norte de Europa, señalan que se puede revertir la tendencia incidiendo sobre las condiciones que favorecen y protegen la maternidad: permisos a compartir entre ambos padres, guarderías asequibles y reducción de la jornada laboral por crianza, entre otras, son algunas de las medidas que han demostrado ser eficaces.

O los incentivos para favorecer el asentamiento de nuevos habitantes en el mundo rural. La verdad es que muchos estamos cansados de escuchar hablar de medidas que o no se concretan, o no son suficientes, o no son adecuadas o, sencillamente, “no son” porque no pasan de ser unas conclusiones de un estudio (“el papel lo aguanta todo”). En fin, urge impulsar políticas orientadas a favorecer la sostenibilidad de las cuentas públicas y el mantenimiento de los pilares de nuestro Estado del Bienestar. Tomar conciencia de este problema es una cuestión de Estado. Y cuestión de Estado quiere decir que todos los partidos políticos, sin excepción, deberían ponerse de acuerdo a la hora de fijar políticas que permitan si no atajar esta sangría poblacional, al menos, cambiar la tendencia. Por el bien de todos.