@MendozayDiaz

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domingo, 26 de marzo de 2017

Hablar del agua no te moja.

"Las palabras convencen, el ejemplo arrastra", "se puede engañar a una persona muchas veces, engañar a muchas personas algunas veces, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo". Estos dos refranes sintetizan el valor, la consecuencia y la falta de coherencia de nuestro actuar. Las palabras pueden ser bonitas, pero si no se respaldan con hechos, de nada sirven. Esta verdad la podemos y debemos aplicar en nuestra vida. En la convivencia con nuestros hijos es quizá donde nuestra falta de coherencia se manifiesta de manera más viva; a veces nuestros hijos pequeños ponen en evidencia nuestras flaquezas con alguna pregunta inocente... En nuestra relación de pareja, la manera más clara de ver nuestra falta de coherencia es preguntarnos ante cada circunstancia: "¿me gustaría que esto me lo hicieran o dijeran a mí?".

En lo profesional esta realidad se empieza a expandir en la medida que uno vaya asumiendo mayores responsabilidades: lo que hacemos o dejamos de hacer es visto por más personas y afecta a más personas. Ya no estamos expuestos a-la-pregunta-inocente de un hijo, pero no por ello nuestras faltas de coherencia se notan menos. Una empresa es una cadena donde tanto los buenos como los malos ejemplos tienen por lo general un efecto en cascada.  Cada vez que el ámbito de influencia se amplía, la falta de coherencia se hace más evidente. Quizá donde esto se nota más es en el ámbito político donde se ofrece y promete con demasiada ligereza. Ya hace tiempo que la mayoría de las encuestas revelan la mala consideración social que, en general, tienen los políticos. Claramente la percepción de la mayoría de los ciudadanos es que las promesas no van acompañadas de hechos.

Nuestra falta de coherencia, en el fondo, no es sino una forma de engaño, la cual podrá ser intencionada o inconsciente pero no por ello deja de ser un engaño...Una parte de la solución a este problema está en esforzarnos por actuar de forma coherente. Pero también, como afectados por las incoherencias de otros, nos corresponde corregirles para darles la oportunidad de mejorar. Para lograr buenos cambios se requiere una adecuada dirección de personas. Los dirigentes más efectivos son aquellas personas capaces de desarrollar una visión de futuro para la organización y, además, hacerla realidad. Formular una visión de futuro en una empresa significa clarificar en dónde queremos estar en cuanto a segmentos de mercado a atender, líneas de productos y servicios, tecnologías, capacidades que nos distinguirán de otros, estilo de personas…También es útil preguntarse “dónde no se quiere estar”. Nos ayuda a clarificar posiciones.

Vivimos en un tiempo donde los cambios sociales, políticos y económicos son frecuentes. Los cambios, en muchas organizaciones, son constantes. Unas personas se incorporan, otras se desvinculan, nuevas tecnologías, nuevas leyes, nuevos competidores. Quizá uno de los cambios más complejos para una organización sea mantener una estructura de acuerdo a su nivel de actividad económica. Los frecuentes vaivenes suelen traer consigo ajustes en los equipos de personas. Y las personas necesitamos una mínima estabilidad para realizar nuestro trabajo.

Los análisis para llegar a una propuesta incluyen la visión de futuro de la organización, la situación actual, las personas y el presupuesto disponible. Es muy recomendable contar con un especialista externo ya que estas modificaciones afectan a la estructura de poder y es complejo trabajar la propuesta con los afectados. En la práctica, este tipo de decisiones se suelen postergar. Y, si estos cambios no se realizan con rapidez, a veces, el remedio es peor que la enfermedad ya que los cambios en proceso agregan más inestabilidad a la situación general de cambios que se vive. Casi siempre, en estas situaciones, entre las personas, se genera una gran incertidumbre cuando se esperan cambios, pero estos no llegan. La incertidumbre se puede convertir en frustración o desánimo si no se gestionan bien las comunicaciones y se da rienda suelta a las filtraciones, chismes, fantasías… Postergar las decisiones de cambio suele ser más dañino que realizarlas aceleradamente.


Punta Arenas se encuentra en el extremo sur de la República de Chile. Varias veces tuve la suerte de visitar esta singular ciudad, por motivos de trabajo. Aunque tiene un clima inhóspito, sin embargo, la ciudad tiene su encanto y una historia novelable. Hasta la apertura del Canal de Panamá fue el principal puerto de comunicación entre los océanos Pacífico y Atlántico, a través del Estrecho de Magallanes. Hoy es el centro comercial y turístico más importante del extremo austral de Sudamérica. Imágenes de grandes transatlánticos que navegan junto a los pingüinos son habituales. En este entorno escuché la siguiente historia: “Treinta pingüinos están sobre ese iceberg que flota en medio del océano. Uno decide tirarse al agua. ¿Cuántos quedan? ¿Veintinueve?... Te equivocaste. Quedan los mismos treinta porque no es lo mismo decidir hacer algo que hacerlo”. O dicho con otras palabras: hablar-del-agua-no-te-moja, es necesario tirarse a la piscina. Este recuerdo me sirve para tener presente la importancia de actuar, de hacer, de emprender, de no caer en la parálisis por un excesivo análisis.

Publicado en "Diario de León" hoy, domingo, 26 de marzo del 2017: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/hablar-agua-no-moja_1148390.html

jueves, 9 de febrero de 2017

Coloquio con alumnos del IES "José Luís Gutierrez".

Hoy tuve un encuentro con alumnos de Bachillerato de las asignaturas de Economía y de Empresa del Instituto "José Luís Gutierrez" de Muga de Sayago (Zamora).


Hablamos sobre claves del éxito en la empresa. Producto, precio, merchandising, proveedores, tecnología, procesos, liderazgo y servicio al cliente fueron algunos de los tópicos que tratamos.

Muy interesante sus aportaciones y, como siempre en este tipo de encuentros, lo mejor ha sido la oportunidad de conocer y dialogar con gente interesante.


Gracias a la Profesora Vanessa Serrador por la invitación.

lunes, 30 de enero de 2017

Personas satisfechas generan clientes satisfechos.

Desde su fundación, hace treinta y un años, el Instituto de Empresa y Humanismo de la Universidad de Navarra es un lugar de encuentro de empresarios y académicos donde se debate sobre temas que afectan a la vida de la sociedad y de la empresa.

Con esa finalidad desarrolla y fomenta una amplia gama de actividades encaminadas a promocionar el humanismo entre los hombres de empresa, así como a recibir y compartir esa preocupación con los empresarios que son conscientes de su importancia.

Además, el Instituto imparte el Máster en Gobierno y Cultura de las Organizaciones que está dirigido a personas interesadas en la dirección de instituciones políticas o empresariales, que desean adquirir una formación sólida para el gobierno en cualquier tipo de instancia social, y a aquellas que buscan un conocimiento profundo de interdisciplinar acerca de qué es la sociedad y de sus mecanismos de autoridad y gobierno.

Otro año más, he tenido la suerte de ser invitado a colaborar.



Un programa muy interesante y valioso, sobre todo, porque la gran mayoría de los estudiantes son extranjeros y eso, en mi opinión. enriquece los debates.

En esta ocasión les propuse a mis alumnos debatir sobre “Personas satisfechas generan clientes satisfechos”, planteamiento basado en el argumento de mi libro “Viva Mi Gente (cinco acciones básicas que te ayudarán a dirigir mejor)”:


miércoles, 25 de enero de 2017

Viernes 27 de enero: coloquio en el Instituto de Empresa y Humanismo de la Universidad de Navarra.

El próximo viernes, 27 de enero, tendré un coloquio con los alumnos del Máster en Cultura y Gobierno de las Organizaciones del Instituto de Empresa de la Universidad de Navarra.

El tema será "Personas satisfechas generan clientes satisfechos".

Viernes 27, a las 16'00 horas, en el Aula M8 del Edificio Amigos.



lunes, 16 de enero de 2017

Más allá del informe PISA.

El debate sobre los resultados del último Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes o Informe PISA (por sus siglas en inglés: Programme for International Student Assessment) se está centrando, casi exclusivamente, en las preocupantes y, en algunos casos, escandalosas diferencias entre comunidades autónomas. Es razonable que sea así porque estas diferencias tan sustanciales en la educación de los españoles suponen un grave quebranto del principio de igualdad, uno de los fundamentos del Estado Social y Democrático de Derecho de nuestra Constitución de 1978, que acabamos de celebrar y, que últimamente, tantos, y con tanta insistencia, quieren reformar. 

Aprovechando la publicación de estos resultados podrían considerarse las ventajas de que el Gobierno de España recuperara las competencias sobre Educación, una materia "estratégica" para el futuro de los ciudadanos españoles: un solo sistema educativo para todos, independientemente de nuestro lugar de residencia. Igualdad de oportunidades. Lo que no necesita del consenso o de las mayorías necesarias para una reforma constitucional es conocer más sobre los resultados de estos informes que, periódicamente, evalúan la educación que reciben nuestros hijos. 

Me refiero que sería muy interesante y valioso que los padres de los alumnos que han realizado estas pruebas pudieran comparar los resultados de sus hijos con los de sus compañeros de clase, de centro educativo, de ciudad, de comunidad autónoma, de país. Si, por ejemplo, mi hijo hubiera obtenido 495 puntos en matemáticas, me gustaría saber cuál fue el puntaje máximo y mínimo en su misma clase, de todas las clases del mismo grado de su colegio y, compararlos, también, con los resultados máximos y mínimos en matemáticas (siguiendo con el ejemplo) obtenidos por los alumnos de su edad en nuestra comunidad autónoma, en España, etc...

Esta información, por razones obvias, sería muy valiosa para que padres y profesores pudiéramos enfocar los planes de mejora para nuestros hijos y alumnos y, también, un ejercicio básico de transparencia, de justicia, para poder reconocer el trabajo de los profesores y centros educativos que lo están haciendo bien, y para corregir el de aquellos que lo están haciendo mal. Porque en los grandes números uno se puede confundir y caer -fácil e injustamente- en la tentación de decir que algo está bien o mal cuando el número del resultado es "plural" en su composición, pues, incluso en las comunidades autónomas donde los resultados han sido (globalmente) un desastre, hay casos concretos de alumnos, de profesores y de centros educativos que han obtenido un puntaje destacable; y, también, al contrario, dentro de las grandes cifras de los buenos resultados se esconden situaciones concretas manifiestamente mejorables.

Y todos estos análisis serían posibles si-y-solo-si se entregara a los padres de los alumnos la información comparativa de los resultados de sus hijos. Y, todavía mejor, para todos, si se ampliara la muestra de los alumnos y de los centros educativos participantes. Los datos están y la tecnología para su procesamiento también. Lo único que falta es la decisión política de hacerlo, de ser más transparentes. Pensando en el interés general de los españoles, en nuestro futuro, porque lo que no se mide, lo que no se compara, difícilmente se podrá mejorar.


La diferencia entre los países pobres y los ricos no es la antigüedad del país. Así, India y Egipto tienen miles de años de antigüedad y son pobres. Por el contrario, Australia y Nueva Zelanda tienen poco más de cien años y son países desarrollados. La diferencia entre países pobres y ricos tampoco está en los recursos naturales con que cuentan. Japón tiene un territorio muy pequeño, el ochenta por ciento es montañoso y, sin embargo, es una potencia económica mundial. Su territorio es como una inmensa fábrica flotante que recibe materiales de todo el mundo y los exporta transformados. Básicamente, así logra su riqueza. También contamos con el ejemplo de Suiza, sin océano y con una de las flotas navieras más importantes del mundo. En sus pocos miles de kilómetros cuadrados, pastorea y cultiva sólo durante cuatro meses al año (el resto es crudo invierno) pero produce productos lácteos de la mejor calidad. Tampoco la inteligencia es la diferencia. Tenemos muchos ejemplos de estudiantes de países muy pobres que emigran a países ricos y obtienen excelentes resultados en su educación.

Entonces ¿qué es lo que marca la diferencia?... La actitud de las personas. Tan sencillo como observar y analizar el comportamiento humano: orden, honradez, responsabilidad, esfuerzo, trabajo, ambición, respeto... Por tanto, cada uno de nosotros tiene la oportunidad de contribuir de manera clara a una sociedad mejor: identificando y siendo más responsables y esforzados en el cumplimiento de nuestras obligaciones. Y las autoridades, el deber de crear las condiciones sociales, políticas, culturales y económicas que faciliten el desarrollo de las personas, de los ciudadanos, sobre todo, a través de un sistema educativo de calidad.

Publicado en "Diario de León", ayer, domingo, 15 de enero del 2017: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/mas-alla-informe-pisa_1129772.html

martes, 13 de diciembre de 2016

‘Hikikomori’ o la rebelión de los buenos.

Hace unas semanas que Diario de León nos informaba de la presentación en Ponferrada de la última novela de mi compañero y amigo, Manuel Ángel Morales: “Hikikomori”. En resumen: Kimitake, un adolescente encerrado desde hace varios años en su habitación (“hikikomori”), pasa su tiempo jugando en la red, en un interminable juego llamado “Campo de Batalla”. Poco a poco, ha ido perdiendo la noción de la realidad, hasta que un día, algo sucede: conoce a Ketsuno, otro adolescente a quien decide seguir. Juntos encontrarán al resto del grupo que bautizarán como “caballos desbocados”, en honor al autor al que Ketsuno y Kimitake veneran. Con ellos, saldrán en las oscuras noches a limpiar Megaciudad, capital del Reino de Sombras, de la pérfida casa de los corvinos, el clan antiguo que señorea todo el Reino. Dejarán de ser “hikikomoris” para convertirse en guerreros que hacen Justicia a sangre y acero...

Un alegato a favor de la regeneración social a través de un mundo de personajes exóticos, extravagantes, almas libres que, con una cierta orientación machadiana (“la mala hierba debe cortarse al paso”), se proponen ejecutar a la Bruja Torva que con la ley y el dinero de su parte sometió fácilmente a las otras autoridades del Reino de Sombras, donde no reinaba el mérito y la capacidad. Para iluminar la oscuridad acuerdan acabar, también, con el Clan Corvino, integrado por individuos de naturaleza cobarde, cada vez más ávidos de riqueza, molestos por la infección que provocan sus fétidas vidas, la hediondez de sus auras. Entre ellos destaca Kiñono, un exponente de todos los vicios corvinos que detestan, arribista hasta el extremo de pasar la lengua por el suelo que pisaba la Bruja Torva. O Tuliano, el de la motocicleta, otro que renunció para tener. Para los corvinos la subvención era lo importante. Y crearon varios polígonos industriales con la intención de hacerse con las cuantiosas subvenciones que, desde dentro del país, se destinaban a lo que ellos llamaban la “promoción industrial” de Megaciudad.


Novela actual que muestra influencias literarias de moda, y novela-de-siempre porque trata temas permanentes, inherentes a la naturaleza humana, como la deslealtad, la avaricia, la corrupción… Sin transparencia no hay democracia. Por ejemplo, mucho de lo que nos está pasando, en España, es por falta de transparencia. Ser transparente no es publicar datos. Y no se es más transparente por publicar más datos. No es un tema de cantidad sino de calidad, de formas de hacer, de políticas. España necesita un cambio de políticas. Y no nos engañemos: no es sólo un cambio de caras. Eso sería maquillaje, postureo: intento de parecer algo que no se es. 

Más allá de que se puedan (y deban) aplicar medidas técnicas y políticas, la superación de esta situación se logrará gracias a decisiones esencialmente éticas. La credibilidad ha pasado a ser uno de los aspectos fundamentales de la relación del individuo con la sociedad. Se trata, en definitiva, de la confianza que tiene el ser humano en sus semejantes e instituciones con quienes se relaciona. No se trata del aspecto formal de estas relaciones, que pueden estar reguladas por leyes o por acuerdos privados entre las partes, sino de la convicción íntima de las personas que sus derechos serán respetados y que los compromisos adquiridos se van a cumplir. La importancia de la credibilidad es mucha. 

“Hikikomori o la rebelión de los buenos”. He añadido esta frase al título de la novela de Manuel Ángel Morales porque, opino, ése, junto con la lucha contra la corrupción, es otro tema de fondo. Es común que, con frecuencia, los ciudadanos vivamos en un cierto aletargamiento que nos impide salir de nuestra zona de confort, “complicarse la vida”, cuando las cosas nos indignan, no nos gustan o, sencillamente, creemos que se pueden hacer mejor. Como todo el mundo es bueno y da lo mismo ocho que ochenta, porque nada es verdad ni es mentira, a ver quién es el guapo que se atreve a decir que esta boca es mía, a rebelarse. Otra cosa es la forma de manifestar, de canalizar, nuestra indignación, de rebelarnos. Y ahí, pienso, tienen encaje el respeto y la proporcionalidad de los medios.

No todas las opciones culturales, políticas, económicas, sociales son iguales ni merecen la misma calificación. Por ejemplo, hace tiempo leí la noticia de que las autoridades de Arabia Saudí ejecutaron a siete jóvenes acusados de asaltar unas joyerías. No está claro cómo los mataron. Unos medios dicen que fueron decapitados; otros, que fueron fusilados ante la escasez de verdugos especializados en ejecutar con sable…No es la primera vez que me impresiono ante una noticia de este tipo. Y, siempre, que pienso en ello concluyo que valoramos poco, muy poco, que nuestra civilización esté fundamentada en los derechos humanos. Aquí también se castiga a quienes delinquen pero con respeto a su dignidad de personas, con garantías: uno es inocente mientras no se demuestre lo contrario, jueces independientes, proceso transparente, asistencia profesional especializada, etc. y, siempre, buscando que, junto a la restitución o indemnización por el daño causado, el delincuente deje de serlo; por su bien y por el bien de la sociedad.

Y este sistema tiene causas. Una consideración concreta de la persona humana que, por el hecho de serlo, tiene derechos y obligaciones que todos debemos conocer y respetar. Por tanto, ni todas las culturas son civilizadas, ni son iguales, ni merecen la misma calificación. Iguales únicamente porque merecen tolerancia, respeto, en cuanto son expresión de la voluntad de un pueblo sobre cómo organizarse. Pero nada más. Hay que decirlo -y sentirlo- alto y claro, sin miedo: nuestra civilización occidental, fundamentada en los principios del humanismo, es mejor que otras. Una cosa es la autocrítica, sana y necesaria, y, otra, una equiparación con carácter general. Es igual pero no es lo mismo.

Publicado en "Diario de León", hoy, 13 de diciembre del 2016: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/hikikomori-o-rebelion-buenos_1122080.html

lunes, 28 de noviembre de 2016

Destacar en las aulas...y en el recreo.

Hace unas semanas tuve la suerte de escuchar a Trinidad Manzano que inauguró el Foro sobre Innovación Educativa con una conferencia sobre los detalles del programa de aprendizaje cooperativo que están desarrollando en el Colegio Peñacorada. 


Escuchándola, pensaba en la importancia que tiene que las personas aprendamos -desde niños- a colaborar. Empresarios y directivos de organizaciones se quejan, con frecuencia, de que sus empleados (y muchos de ellos, añado yo…) no saben trabajar en equipo, y de los perjuicios que esa carencia tiene para sus resultados. 

Es muy difícil, casi imposible, aprender a trabajar en equipo únicamente a través de la lectura de libros o en un taller por muy bueno que sea el facilitador, y por muy buenas que sean las disposiciones del lector y/o participante. Como ocurre con tantas otras habilidades de “importancia vital”, a trabajar en equipo se aprende, desde pequeños, en la familia y el colegio. Jugando y estudiando: conviviendo.

El logro de las metas de las empresas depende del grado de compromiso de las personas que en ellas colaboran, más allá de la responsabilidad que desempeñen en la organización. Por tanto, para un directivo es prioritario contar con un equipo de personas, conocedoras de su trabajo, esforzadas en hacerlo bien, con ganas e ilusión por lograr los objetivos. En definitiva, de un equipo de colaboradores.

Una actitud formada en el esfuerzo por hacer las cosas bien supone un buen antídoto para superar los circunstanciales estados de ánimo. La voluntad se puede entrenar, y eso depende de cada uno de nosotros. Ese entrenamiento de la voluntad se logra a base de pequeños vencimientos, de pequeños esfuerzos, del logro de metas, que comienzan siendo pequeñas y, una vez educada nuestra voluntad, pueden superar todas las expectativas. Esforzarnos, insistir en lograr lo que nos cuesta engrandece y fortalece nuestra voluntad. Lo más difícil suele ser el compromiso con lo pequeño, con lo menos importante, con lo que suele pasar inadvertido ante los demás…  Los buenos colaboradores que he conocido (y he tenido la suerte de conocer a muchos) son personas que se preocupan y ocupan de los detalles, de hacer bien las cosas pequeñas, con el mismo interés y esfuerzo con el que atienden los grandes asuntos de sus vidas. Una voluntad entrenada para hacer las cosas bien se manifiesta en propósitos firmes y un ánimo superior para enfrentar las contrariedades. Estas son sólo algunas de las diferencias entre un empleado y un colaborador.

Las organizaciones de alto desempeño se definen por ser organizaciones de colaboradores. La organización de esa red de talentos o colaboradores interconectados en torno a un mismo proyecto, cada uno desde su rol, de forma sinérgica y creativa, no es sólo cuestión de liderazgo, acierto estratégico y una dirección adecuada en cada entorno, sino, además, el resultado de un fino alineamiento de las políticas de selección, desarrollo y compensación en torno al objetivo de atraer y retener el mejor talento y conectarlo al proyecto. 

En la economía del conocimiento, las personas producen más valor que el capital y, por tanto, deben ser tratadas -realmente- como factor privilegiado, en tanto que su impacto en los resultados es cada vez mayor. En la vieja empresa -que requiere pocos pensantes y muchos actuantes- el éxito depende de la creatividad de los pensantes y de la disciplina y esfuerzo de los actuantes. Hoy -y desde hace tiempo- las cosas ya no son así, y no sirve de nada tener actuantes disciplinados si no resuelven las necesidades de los clientes y no colaboran en la innovación para producir, en términos de coste y calidad, mejor que la competencia. Este valor añadido, diferencial del conocimiento organizado, supone la ventaja competitiva más sólida y difícil de copiar.

La formación que reciben quienes tienen la responsabilidad de dirigir suele estar más enfocada hacia elementos técnicos que hacia elementos que faciliten su relación con otras personas. Estamos invadidos de tecnicismos que rodean la gestión de las empresas, y descuidando dos capacidades básicas como son el sentido común y el criterio fundamentado en principios. Esta carencia, en ocasiones, se ha reflejado en el mal desempeño de algunos directivos en forma de corrupción o engaños.  

Un directivo debe saber anticiparse a lo que está sucediendo, contar con una visión estratégica del negocio, e, igualmente, ser capaz de formar e integrar equipos de trabajo. La orientación a las personas, la habilidad de relacionarse, es un requisito desde que las organizaciones comenzaron a simplificarse, a "aplanarse".  Por tanto, ahora, quien tiene la responsabilidad de dirigir tiene que haber destacado tanto en las aulas como en el recreo... Porque en la empresa tendrá que relacionarse con personas y esto no se aprende sólo en los libros. Una vez más, la importancia de aprender (ojalá en la familia y en el colegio) a comunicar, a cooperar, a relacionarse: a convivir. Si no, se tendrán serias dificultades para dirigir un equipo de personas. Y, esto a la larga, siempre repercute en los resultados.

Publicado en "Diario de León", hoy, lunes 28 de noviembre del 2016: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/destacar-aulas-hellip-recreo_1118310.html

martes, 15 de noviembre de 2016

"Toni Zweifel. Huellas de una historia de amor" de Arturo López Kindler.

Acabo de leer la biografía, que se acaba de publicar, de una persona muy interesante: “Toni Zweifel. Huellas de una historia de amor” de Arturo López Kindler. Es el segundo libro que leo de este autor. Hace unos meses leí “Antonio Fontán. Un héroe de la libertad” también publicado por la editorial Rialp y, también, muy recomendable.


Hijo de un empresario suizo, estudió con brillantez la carrera de ingeniería en el Politécnico de Zürich y, en vez de disfrutar de patrimonio “se complicó la vida” y emprendió un proyecto de residencia universitaria (“Fluntern”) con características singulares: no una simple posada sino un lugar de estudio y formación con ambiente de familia cristiana para estudiantes que debían dejar su casa durante la época de clases.

Y, también, creó una fundación benéfica de ámbito universal (www.limmat.org), con sede en Suiza, que tuviera como objeto promocionar a personas menos favorecidas en todo el mundo y mejorar sus condiciones de vida.

Murió a los 51 años después de sobrellevar, durante varios años y con una fortaleza ejemplar, su enfermedad (leucemia). Una personalidad inspiradora. Un ejemplo de vida que sirve de guía a tantos hombres y mujeres que buscan dedicar toda su energía a proyectos de largo alcance.

martes, 1 de noviembre de 2016

El Papa Francisco en Suecia: un recuerdo para José Miguel Cejas.

Que sí, que sí, que no es broma…Que el Ayuntamiento de Madrid quiere que las ovejas vuelvan a pastar en la Casa de Campo. La Alcaldesa Carmena se ha pronunciado a favor de esta medida con un argumento de autoridad: en el Palacio de las Naciones de Ginebra también pastan las ovejas. Una oportunidad para ser-como-los-suizos, al menos en esto… Señor, señor, qué rebaño.

*

Expertos en urbanismo han distinguido a León como una de las ciudades con mejor calidad de vida para sus habitantes. Una buena noticia. Es una realidad que León-está-de-moda. Cada vez se aprecian, por ejemplo, más turistas y congresistas. Y una mejor noticia: que según el criterio de estos sabios León también seguirá estando de moda en el futuro. Lo que más me gusta de esta distinción es su causa: León ofrece la cobertura de muchos servicios públicos sin perder la “escala humana”.

**

El Papa Francisco ha asistido, en Suecia, a la conmemoración de los quinientos años de la Reforma Protestante. Es más, lo que nos une que lo que nos separa, ha dicho.

Hablar de cristianos y luteranos en Escandinavia me recuerda -con cariño y gratitud- el libro “Cálido viento del norte” de José Miguel Cejas que falleció en febrero de este año, un mes antes de la presentación de su libro.


Se trata de breves historias de hombres y mujeres de los países nórdicos, “disidentes” que recorren caminos lejanos a los propuestos por las ideologías dominantes. Según José Miguel Cejas el estilo de vida de estas gentes constituye un viento cálido y renovador procedente del norte de Europa; y su disidencia es denuncia, pero también esperanza de un tiempo nuevo.

miércoles, 19 de octubre de 2016

"Patria" de Fernando Aramburu.


Según iba leyendo las páginas de “Patria” recordaba un tiempo que viví no como protagonista, pero si como espectador. Como tantos españoles que cada día nos desayunábamos, durante años (demasiados años…), con la noticia de algún asesinato, de algún atentado terrorista.

En la Universidad de Granada tuve un compañero de quien no pude conocer su verdadera historia hasta veinte años después, gracias a los buscadores de internet. Un chico vasco, solitario, desconfiado. Coincidíamos en los mismos bancos del aula. Se le notaba incómodo. Quería ser amable pero no cultivar una amistad que le obligara a contar de más… Después de varios años intercambiando apuntes y alguna puntual conversación, me dijo que su tío era un empresario vasco que había sido amenazado por ETA y que, por prudencia, su padre había decidido enviarle a estudiar al otro extremo de España. La verdad es que su padre, dirigente empresarial, había sido asesinado por negarse a pagar el impuesto revolucionario. Y su tío, años después, sobrevivió a un atentado, pero quedó inválido.

Dramática historia como la que también se refleja en esta novela de Fernando Aramburu a través de la vida, durante esos años, de dos familias de un pueblo guipuzcoano. 

A pesar de su extensión (más de seiscientas páginas…) su lectura resulta amena, quizá, gracias a la técnica que utiliza su autor de narrar a través de un mosaico de breves capítulos. 

Muy recomendable.

domingo, 4 de septiembre de 2016

“El camino hacia el sol. Economía, energía, medio ambiente y sociedad” de Víctor Díaz Golpe.

Acabo de leer el libro de mi amigo Víctor Díaz Golpe “El camino hacia el sol. Economía, energía, medio ambiente y sociedad” que pretende ser un punto intermedio de encuentro entre lo técnico y lo divulgativo, haciendo hincapié en la relación existente entre la economía, el consumo de energía y el medio ambiente, así como las repercusiones de estos tres factores sobre la sociedad y la calidad de vida de la población.

Hace un recorrido que comienza con una breve introducción de la historia económica de Estados Unidos, la creación de monopolios y la utilización a gran escala del petróleo como fuente de energía primaria, para, posteriormente, analizar los tres factores que influyen en la determinación del precio del barril.

También se analizan los efectos del consumo de combustibles fósiles sobre el medio ambiente y las posibles soluciones que podrían paliar o evitar el cambio climático, particularmente, el incremento de eficiencia energética y, de forma especial, las energías renovables. 

Considera las ventajas e inconvenientes actuales de las tecnologías limpias, así como las previsiones sobre una mayor penetración de estas tecnologías, que dependerá del desarrollo de los sistemas de acumulación masiva de energía, jugando en este punto un papel importante el desarrollo de los vehículos eléctricos.

Según Víctor, el resultado final será una concepción distinta de la integración de la energía en el sistema económico y la sociedad, dando lugar a la electrificación y des carbonización de la economía y el planeta, aunque, actualmente, se mantiene la incógnita de cuándo este cambio tendrá lugar de forma definitiva.

“El camino hacia el sol. Economía, energía, medio ambiente y sociedad” se presentó, por Juan Pablo García Valadés, el pasado mes de julio, en el Aula Leonesa de Inversión, iniciativa del periódico “La Nueva Crónica”, Renta 4 Banco, el Colegio de Economistas y la Cámara de la Propiedad Urbana de León. 

Hubo un debate con preguntas y respuestas muy interesantes y, también, fue una oportunidad para coincidir con amigos.


A continuación, os dejo el enlace del vídeo de la presentación: 


Y también el enlace de su blog: http://golpedefecto.blogspot.com.es/



miércoles, 10 de agosto de 2016

La vida después de los 50.

La edad no es sino el tiempo de vida de una persona, tan sólo una unidad de medida. Un año se va y llega otro. La vida sigue su imparable curso. El tiempo es breve. Es cierto que, a veces, la edad es algo más que el simple cómputo numérico del curso de la vida y podemos confundirla con ésta, y no es lo mismo. 

Desde que cumplí 50 años siento un desajuste entre el tiempo transcurrido –según el calendario- y mi tiempo vivido. Pasó demasiado rápido. Y esta sensación va, inevitablemente, unida a una cierta frustración por no haber aprovechado -mejor- el tiempo. Por ejemplo, esos “trenes” que pasaron, que pude haber tomado y no tomé... “Mística ojalatera” como la llamaba mi amigo Mariano, peligrosa tentación. Ojalá hubiera hecho esto, y lo otro y lo de más allá… Es sano romper con ese círculo vicioso, dañino por paralizante, y en vez de pensar que ahora es tarde, mejor, mucho mejor, es pensar que hoy es siempre todavía.

Experimentado, sentido, que todo puede cambiar en un instante y que nadie me puede garantizar no ser el próximo, intento vivir como si fuera mi último día, cara a Dios y cara a los hombres, porque, realmente, no sé ni el día ni la hora. Ahora, por primera vez en mi vida, estoy tomándomelo con más calma. Alcanzada la identidad familiar y profesional otras son, ahora, las prioridades. Quiero hacer, pero, con más orden, con “foco”. De un cierto atolondramiento a la calma. Una cierta liberación del agobiante peso de las rutinas cotidianas. Vales lo que eres capaz de dar. El saber perder la vida por los demás. Hacer nuestros los problemas de los demás, de aquellas personas con quienes convivimos. 

Lo que menos me gusta es saber que, en adelante, queda menos. Hasta hace poco siempre pensaba que todavía me quedaban otros tantos años como los que cumplía… A los 50, pensar en que todavía me quedan “otros tantos” es más una ilusión que una probabilidad. Y estas “fechas redondas” son una ocasión para reflexionar, hacer balance, y otear el horizonte…

No me gustan los que presumen de ganadores, los que van de triunfadores por la vida, porque es mentira, sólo que cuando pierden no nos enteramos. Aquí sucede como con los problemas. Hay dos tipos de personas: aquellos que tienen problemas y los cuentan y aquellos que tienen problemas y no los cuentan…

He tenido la suerte de aprender dialogando con personas interesantes. En cierto modo, las personas somos lo que leemos y lo que escuchamos. Lecturas y conversaciones son nuestros principales nutrientes. Por tanto, si leemos buenos libros y procuramos tener buenas conversaciones el resultado será una cabeza "bien amueblada". Hay otras combinaciones posibles pero la más peligrosa es cuando leemos basura y escuchamos basura, porque el resultado será una cabeza llena de... basura. Con todas las consecuencias que ello tiene en nuestra vida y, también (conviene no olvidarlo), en las vidas de las personas con quienes convivimos. Aprovechar el tiempo y elegir -con criterio- nuestros libros e interlocutores es esencial para una vida lograda. 

Un gran despilfarro, quizá el más importante, es desperdiciar nuestra existencia. Perder el tiempo en actualizaciones continuas de la lista de experiencias negativas de la vida es el cuento de nunca acabar. El optimismo es una interpretación positiva de nuestra realidad. Aquello del vaso medio lleno o el vaso medio vacío. Y depende, únicamente, de nosotros.

Esforzarse por descubrir más lo positivo que lo negativo e identificar, o esperar, lo mejor a pesar de las “aparentes apariencias”. El optimismo, más allá de la genética, puede adquirirse, con esfuerzo, con lucha. Mediante la repetición de actos o momentos cotidianos de optimismo, intentando buscar y dar lo mejor de sí mismo. Vivimos de proyectos y recuerdos. Y nuestros proyectos sólo serán posibles si dejamos de pensar que son imposibles.

Por último, en demasiadas ocasiones buscamos la felicidad en cosas externas y construimos la vida en torno a realidades que se encuentran fuera de nosotros. Nos olvidamos de construir nuestro interior, que es como los pies sobre los que se apoya toda nuestra existencia. Muchas veces pasamos por alto la ética, los principios y valores, porque estamos ocupados en lograr el oro, la plata o el bronce, al precio que sea necesario. Lo triste es que después de tantos esfuerzos nos damos cuenta del gran vacío al que conduce esa tarea, a la que hemos entregado una parte importante de nuestra vida. Quizá nuestra auténtica "calidad de vida" dependa de que nos esforcemos por vivir serenamente. Aprovechar el tiempo para pensar en uno mismo y reflexionar. Quizá identifiquemos en qué podemos mejorar en nuestra vida. Por ejemplo, dejar de lado la obsesión por hacer e intentar, simplemente, ser. O hacer menos y ser más. 

En fin, un audaz programa de vida para los próximos… años.

Publicado en Diario de León el 10 de agosto del 2016: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/vida-despues-50_1090033.html

miércoles, 27 de julio de 2016

A favor de la Política.

En España hay un empleado público por cada cinco personas ocupadas versus uno por cada quince en la Unión Europea, o uno por cada treinta y seis en Estados Unidos… En abril del 2010, varios economistas vinculados a UPyD publicaron “El coste del Estado Autonómico”. El estudio demostraba que, sólo gestionando todas las Comunidades Autónomas como lo hacen las tres más eficientes, podríamos ahorrarnos 24.000 millones de euros. Entonces ¿por qué tantas resistencias a aprender de las buenas prácticas de los otros? En general, se echa de menos interés en acabar con el despilfarro y las duplicidades de las administraciones públicas; y ello porque, en muchos casos, configuran la red clientelar de los partidos políticos viejos… y nuevos.

No digo que la tarea armonizadora sea una tarea sencilla pero sí que contamos con leyes para facilitarla que los pactos con los nacionalistas tienen “neutralizadas”, como, por ejemplo, el artículo 150.3 de la Constitución: “El Estado podrá dictar leyes que establezcan los principios necesarios para armonizar las disposiciones normativas de las comunidades autónomas, aun en el caso de materias atribuidas a las competencias de éstas, cuando así lo exija el interés general”.

Lo que sucede es que en la raíz de todo este desaguisado están los pactos de PSOE y PP con los nacionalistas, durante los últimos treinta y cinco años, para mantenerse en el poder. Obsesionados por conseguir un arreglo con los nacionalistas, al estilo de siempre, poniéndose de acuerdo en el precio. Así, por ejemplo, nos encontramos con el sistema fiscal privilegiado de Navarra y País Vasco. Un escandaloso ejemplo sobre el injusto reparto de la riqueza disponible entre españoles: la media de recursos no financieros por habitante de las comunidades autónomas del régimen común es de, aproximadamente, 2.800 euros mientras que la media de las del régimen foral (Navarra y País Vasco) es de 4.800 euros.

Y otro ejemplo más. ¿Un hombre, un voto? Ja-ja-ja… Tengo dudas -más que razonables- de que en España se esté cumpliendo el artículo 123 de la Constitución que proclama el derecho de todos los españoles a elegir y ser elegidos en igualdad de condiciones. La Ley Electoral vigente beneficia al nacionalismo y a los grandes partidos tradicionales, además de ejercer un efecto disuasorio para cualquier osado que pretenda fundar un partido político de ámbito nacional. Así se explica que, en las elecciones generales de diciembre del 2015, Izquierda Unida obtuviera tan solo dos escaños pese a conseguir 923.105 votos mientras que el Partido Nacionalista Vasco lograra seis diputados con un tercio de los votos (301.585).

Una democracia necesita ciudadanos que la defiendan. Menos “indignación” y más ciudadanía. Desde la política se puede contribuir a cambiar aquellas cosas del mundo que se manifiestan radicalmente dañinas para el desarrollo y la dignidad de las personas. Habrá quien me diga que no es necesario militar en un partido político para hacer política. Es verdad, pero, desde el respeto a otras opciones, quiero manifestarme a favor de la acción política a través de los partidos políticos. Ni todas las ONG del mundo juntas tienen la posibilidad de cambiar las decisiones de los organismos internacionales en las que se sientan los líderes políticos del mundo. Sí, influyen, y esto es muy importante. Pero no deciden: deciden los políticos.

Hay muchas políticas por mejorar (“reformar”). Somos campeones en fracaso escolar, no tenemos ni una sola universidad española entre las cien mejores del mundo. Nuestra electricidad, combustibles y comisiones bancarias están entre las más caras de la Unión Europea. La deuda pública española que se ha incrementado hasta cifras históricas, en los últimos años, se ha utilizado fundamentalmente para rescatar comunidades autónomas, ayuntamientos y cajas de ahorro desgobernadas y arruinadas por los de siempre. La corrupción es sistémica y ha acabado por contaminar a todas las instituciones del Estado: sin excepción. Por tanto, también son urgentes medidas de regeneración democrática para vincular más estrechamente a los representantes políticos con sus representados: sistema electoral con listas abiertas, elección directa de presidentes del Gobierno, de Comunidades Autónomas, de Alcaldes; limitación de mandatos, e introducir incompatibilidades más rigurosas entre el ejercicio de cargos públicos y negocios privados.

La base de la ciudadanía democrática es la igualdad en libertad. Luchar contra las tiranías que pisotean la democracia formal, así como contra la miseria y la ignorancia que imposibilitan la democracia material: regenerar la democracia, reivindicar el patriotismo constitucional y defender la igualdad entre españoles. Hacer política de otra manera, respetando al adversario, escuchando, dando argumentos, tratando de convencer, dando al otro la oportunidad de convencerte. El respeto al otro está en la base de la misma democracia. En fin, una política, nueva, buena, “con mayúscula”.

Publicado hoy, 27 de julio del 2016, en Diario de León: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/favor-politica_1086704.html



jueves, 2 de junio de 2016

"El alma de la ciudad" de Jesús Sánchez Adalid.

En plena Edad Media, la Reconquista avanza, a pesar de la fuerza del imperio almohade.

El rey Alfonso VIII funda la populosa ciudad de Ambrosía (Plasencia), donde su primer obispo se entrega a erigir el orden más excelso, con una visión guerrera y a la vez mística del mundo.

El joven Blasco Jiménez, la mano derecha del prelado, se enfrenta a un dilema: la fidelidad al espíritu de la ciudad o su propia libertad.


Publicada en el año 2007, su autor, Jesús Sánchez Adalid, es considerado un referente de la buena novela histórica.

Esta obra fue galardonada con el Premio Fernando Lara de Novela 2007.

Completa, amena, sencilla. Recomendable.

martes, 17 de mayo de 2016

"Volver a Canfranc".

Durante la Segunda Guerra Mundial, miles de personas -la mayoría judíos- huían de la persecución nazi, de su terror. Atravesaban Europa, en trenes, con destino al puerto de Lisboa para subir al barco que les llevara a América, lejos de la barbarie. 

Estos trenes hacían escala en la estación internacional de Canfranc, en territorio español, pero tomada por los nazis desde el invierno de 1942 para interceptar a quienes huían.

El jefe de la aduana, una camarera del hotel y un bandolero son los protagonistas de "Volver a Canfranc", de Rosario Raro. 


Una novela histórica que también podría calificarse como novela de espías, o de aventuras. Y también romántica porque, en medio de ese oscuro panorama, surge una bonita historia de amor.

Una novela bien construida, que engancha. La historia de personas generosas que decidieron enfrentar el terror y arriesgarse para ayudar a otros.

jueves, 12 de mayo de 2016

El tiempo de los demás.

¿He respetado el tiempo de los demás?


Esta simple pregunta, que no suele estar presente cuando nos hacemos una autocrítica, se refiere, en mi opinión, a un importante asunto de mejora de las personas y de las organizaciones, y constituye un indicador relevante de cómo somos.

En reuniones de negocios, todavía quedan algunos que creen que el tiempo de espera de sus invitados es función directa de su rango. Así las cosas, cuanto más tiempo les hacen esperar más importantes se sienten.

Afortunadamente estas personas cada vez son menos y la puntualidad se valora como un índice de orden y eficiencia... y de buena educación.

jueves, 5 de mayo de 2016

"¡Quemad Barcelona!" de Guillem Martí.

Novela bien escrita y fácil de leer. 

El autor -Guillem Martí-, durante sus años de bachillerato, conoce la historia de un tío-abuelo suyo que había sido consejero de la Generalidad durante la Segunda República, y murió exiliado en México:

En enero de 1939, días antes de que el ejército del general Franco entrara en Barcelona, Miquel Serra, miembro del PSUC y consejero de la Generalidad, recibe la orden la Unión Soviética de arrasar la ciudad, destruir las vías de comunicación y los centros neurálgicos de energía, agua y transporte, para no dejar nada en pie al enemigo.  El protagonista, jugándose la vida, boicotea esos planes y salvaguarda la ciudad.

La historia le fascina e inicia un trabajo de documentación que dura años y que culmina con la publicación de "¡Quemad Barcelona!". Novela especialmente recomendable para los amantes de las historias ambientadas en la Guerra Civil Española. Un homenaje a los héroes anónimos.



viernes, 29 de abril de 2016

"El tren de los huérfanos" de Christina Baker Kline.

Me gusta leer. Y mis amigos lo saben. De vez en cuando alguno me pide que le recomiende un libro; pero cada vez menos desde que me "atraso" en la lectura, sobre todo, de las novelas: me aficioné a las ediciones de bolsillo y éstas se publican varios meses o años después del lanzamiento. 

Así me ha ocurrido con "La puerta del cielo" de Reyes Calderón que la acabo de leer casi coincidiendo con la publicación de su nueva novela "Dispara a la la luna". O con "El impostor" de Javier Cercas.

A "El tren de los huérfanos" de Christina Baker Kline le había echado el ojo desde hacía tiempo pero no la publicaban en edición de bolsillo. Y había oído y leído hablar tan bien de ella que, en ocasiones, estuve tentado de comprarla en su edición clásica. 


Por fin me la encontré el otro día. Me ha encantado. Con un lenguaje sencillo y emotivo trata sobre lo dura que puede ser una vida y las posibilidades de esperanza que ofrece. Muy recomendable.

jueves, 21 de abril de 2016

viernes, 15 de abril de 2016

Gracias al Centro Universitario Villanueva y a D. Lorenzo Bermejo Muñoz.

Ayer presenté mi libro "Viva Mi Gente (cinco acciones básicas que te ayudarán a dirigir mejor)" en la sede del Área Jurídica y Empresarial del Centro Universitario Villanueva, adscrito a la Universidad Complutense de Madrid.


Mi gratitud al Centro Universitario Villanueva y a D. Lorenzo Bermejo Muñoz por todas sus atenciones.

Comos siempre, lo mejor fue el diálogo con las personas que asistieron.