@MendozayDiaz

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miércoles, 22 de marzo de 2017

Charla-coloquio en la Escuela de Padres del Club Atlético Reino de León.

Esta tarde he hablado sobre “El rol de los padres en la educación digital de sus hijos” en la Escuela de Padres del Club Atlético Reino de León. 


La Federación de Castilla y León de Fútbol ha impulsado la puesta en marcha de escuelas de padres para prevenir la violencia en el fútbol base. 

Lamentablemente, algunas de estas situaciones tienen su origen en los propios padres de los jugadores como cuando someten a una enorme presión a sus hijos, o el comportamiento excesivamente violento (verbal y físico) para árbitros, entrenadores, jugadores o, incluso, hacia otros padres.

Los padres no deben ser un elemento desequilibrante en el proceso de iniciación deportiva de sus hijos. Por el contrario, deben ser los verdaderos inductores del ambiente que propicie el desarrollo integral de sus hijos brindando su apoyo y comprensión.

El Atlético Reino de León, desde sus inicios, ha programado diversas actividades dirigidas a los padres de sus jugadores que desearan formarse en la difícil y, a la vez, apasionante tarea de formar y educar a sus hijos. 

Así, surgió su “Escuela de Padres” con periódicas charlas-coloquio que pretenden contribuir a cubrir vacíos de información, aclarar ideas imprecisas, ofrecer consejos prácticos, proponer actividades padre-hijo que favorezcan la comunicación entre ellos, etc. 

En definitiva, abrir un espacio común de diálogo para todas aquellas personas que quieran (al menos intentar) ser mejores padres.

jueves, 16 de marzo de 2017

Las pensiones de viudas y huérfanos.

Desde hace unos días sabemos que el Gobierno va a destinar 225 millones de euros para prejubilar al veinte por ciento de los estibadores. Cantidad a la que se sumarán los 350 millones ya previstos para lo que -en lenguaje cortesano- se denomina “la subrogación de los pasivos laborales en el cambio de modelo de empresas en el sector portuario” y que, traducido al lenguaje del común de los mortales, quiere decir que se va a destinar dinero público contante y sonante -¡otra vez!- para solucionar un conflicto social de carácter privado.

Este método de “solucionar" problemas o conflictos tiene los días contados con un sistema de seguridad social que está a punto de saltar por los aires no sólo por el envejecimiento demográfico sino, también, por este tipo de corruptelas. 

En este caso estamos hablando de unos seis mil empleados y, alguien, con cierta razón, podría argumentar que no es para rasgarse las vestiduras. Pero, realmente, todo suma: hoy estibadores, ayer empleados de las antiguas cajas de ahorro, antes de ayer, los mineros… Suma y sigue.

Unos paisanos que, con poco más de cincuenta años, se van a casa con en torno al setenta por ciento de su sueldo que, en el caso que nos ocupa, dicen, es superior a los sesenta mil euros al año… Aquí paz y después gloria. 

Y, tal como están las cosas, es decir, el sistema de pensiones, el verdadero problema no está en lo que se llevan sino en lo que van a dejar de aportar: las cotizaciones sociales de unos trabajadores que todavía tenían por delante unos veinte años más de vida laboral.

Vamos a ver qué dicen de estos desmanes las autoridades de la Unión Europea o de la OCDE, sobre todo estos últimos que, en sus últimas recomendaciones, estaba la de restringir las pensiones de viudedad y orfandad a los casos de rentas más bajas para aliviar costes al sistema. Tal cual, con un par…

El dinero destinado a este asunto es ¿mucho o poco? Pues usted mismo: hoy dicen los diarios de información económica que la fusión de Bankia y BMN permitirá recupera 400 millones de ayudas y se presenta esta cantidad como un argumento de autoridad a favor de esta fusión.

Por cierto, que de los más de 51.000 millones de euros que España “inyectó”, es decir, regaló al sector financiero para rescatar cajas mal gestionadas, hasta la fecha, sólo se ha recuperado en torno a un cinco por ciento. Pues, digo yo, que lo razonable sería empezar a buscar por aquí el dinero necesario para cuadrar las cuentas y dejar en paz las pensiones de viudas y huérfanos.


Espero que este despropósito no se llegue a concretar ni tampoco las “advertencias bíblicas” a los “faraones” que carguen la mano contra viudas y huérfanos. Por el bien de todos.

viernes, 3 de marzo de 2017

Mejor con su abogado.

La quiebra de Lehman Brothers desencadenó una debacle financiera a escala global de la que el mundo todavía no se ha recuperado. Su bancarrota no sólo acabó con un banco más que centenario y dejó una deuda de más de seiscientos mil millones de dólares sino que, además puso a prueba aquello de “demasiado grande para caer”… El Tesoro de los Estados Unidos de América optó por desechar este aforismo, por no rescatar a Lehman y por mostrar que ninguna entidad es demasiado grande para quebrar.

En España, la onda expansiva del pinchazo de la “burbuja” dejó al descubierto el agujero que se había generado en los balances de cajas y bancos, sobre todo por los créditos millonarios concedidos a los promotores inmobiliarios. Estas prácticas, desde el punto de vista contable, eran un engaño. Las entidades se anotaban como ingresos intereses que eran ficticios, de créditos que -sabían- que -difícilmente- iban a cobrar. Y no se anotaban las provisiones necesarias, el ratio de morosidad era incorrecto y se reflejaban beneficios irreales. Comenzaron entonces las prisas por buscar dinero, liquidez, pero los mercados estaban cerrados a cal y canto. A algún gurú de la ingeniería financiera se le ocurrió trasladar el agujero a los ahorradores: si los bancos necesitaban dinero qué mejor que captar el dinero de sus clientes, que lo tenían plácidamente guardado en depósitos a plazo fijo, y traspasarlo a preferentes, hipotecas multidivisa, obligaciones convertibles, depósitos estructurados, swaps, cláusulas suelo… Todos ellos, en lenguaje cortesano, denominados productos financieros “asimétricos” que -en román paladino- quiere decir que la banca siempre gana y que el cliente, en la gran mayoría de los casos, pierde.

En el caso de las cláusulas suelo, en el año 2013, el Tribunal Supremo dictó una sentencia en la que limitaba los efectos de la retroactividad de la declaración de nulidad argumentando que, en caso de que los bancos tuvieran que reintegrar la totalidad de lo cobrado, la viabilidad del entonces recién rescatado sistema financiero podría ponerse en cuestión. La Comisión Europea en un documento que remitió al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, en octubre del 2015, sostenía que el cese en el uso de una determinada cláusula nula por abusiva como consecuencia de una acción individual ejercitada por un consumidor no era compatible con una limitación de los efectos de dicha nulidad, y que, tampoco, era posible que un tribunal nacional pudiera moderar la devolución de las cantidades que hubiera pagado el consumidor en aplicación de una cláusula declarada nula desde el origen por defecto de información. Y así fue.

El Real Decreto-ley 1/2017, de 20 de enero, de medias urgentes de protección al consumidor en materia de cláusulas suelo pretende avanzar en las medidas dirigidas a la protección de los consumidores estableciendo un cauce que les facilite la posibilidad de llegar a acuerdos con las entidades de crédito con las que tengan suscrito un contrato de préstamo o crédito con garantía hipotecaria que solucionen las controversias que se pudieran suscitar como consecuencia de los últimos pronunciamientos judiciales en materia de cláusulas suelo y, en particular, la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 21 de diciembre de 2016. Ahora bien, tras este fallo, el afectado no tiene, necesariamente, todas las de ganar si va a los tribunales porque el juez puede entender que el banco fue lo suficientemente transparente en la documentación que le entregó al cliente. E, igualmente, a través del procedimiento previsto en el decreto anteriormente mencionado. Ojo porque la casuística es enorme y, a veces, compleja: plazos, quién y cómo calcula el dinero cobrado de más, fórmulas sustitutivas, etc. 


En ocasiones, algunos bancos actúan con displicencia o prepotencia ante las reclamaciones de sus clientes, no las responden o lo hacen a través de una carta tipo en la que te agradecen y dicen que lo van a ver, etc… Distinta es la atención y el trato cuando la reclamación se presenta, mediante asistencia letrada, advirtiendo de que en caso de no recibirse respuesta satisfactoria trasladará su escrito al Departamento de Conducta de Mercado y Reclamaciones del Banco de España o se presentará una demanda ante los tribunales de justicia. En estos casos, suelen correr y volar, llaman al cliente e intentan un acuerdo antes de que se abra el correspondiente expediente administrativo o se inicie el proceso judicial. 

Para muchas personas afectadas estas situaciones están siendo motivo de sufrimiento. Según los resultados del estudio “Finanzas y salud” las personas afectadas por un fraude bancario tienen un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas, depresión y crisis de ansiedad, un deterioro de la calidad del sueño y un empeoramiento de la calidad de vida. Los asesoramientos de “cuñados” y de “lo-leí-en-internet” suelen terminar mal, muy mal. Sólo un abogado puede ofrecer, en estos casos, un asesoramiento rápido y eficaz, profesional. Mejor con su abogado.

Publicado en "Diario de León", hoy, 3 de marzo del 2017: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/mejor-abogado_1142265.html

lunes, 20 de febrero de 2017

Polvos y lodos.

Turquía continúa en la encrucijada de su identidad como nación a caballo entre oriente y occidente, el secularismo y la religión, la modernidad y la tradición. La palabra “turco” era el nombre de la tribu dominante de guerreros nómadas y significa “hombre fuerte”. El símbolo otomano era la cola de caballo, cuantas más se mostraban delante de la tienda, mayor el rango. Dejar las cosas por escrito no formaba parte de las preocupaciones de sus gobernantes: eran nómadas. Sin embargo, afortunadamente, hay fuentes suficientes que documentan los hechos más relevantes de estos siglos de nuestra historia.

Constantinopla, la última capital del imperio romano, ocupaba una posición estratégica en el comercio mundial porque disponía del mejor puerto natural entre Europa y Asia. Por esta razón se convirtió en la capital del imperio que sucedió al romano, el otomano o turco, en 1453, y la posición estratégica de la ciudad sigue siendo evidente en la actualidad. En 1580 Constantinopla tenía setecientos cincuenta mil habitantes, mucho más grande que cualquier otra ciudad europea. Para que tengamos un punto de referencia sería como unas tres veces más grande que el París de la época.

El reinado de Solimán que iba a durar casi cincuenta años (1520-1566) fue el punto culminante del imperio otomano. Nuestro Carlos I era el gran rival de Solimán. En esa época, los turcos llegaron hasta Roma provocando la huida del papa. Lo consiguieron, en parte, porque la “cristiandad” no era sólida. La Reforma había estallado en Alemania y extendido a Países Bajos comenzando largas guerras de religión: “mejor turco que papista” proclamaban algunos protestantes. La megalomanía estaba de moda. Y, también, la crueldad. Era la época de personajes como Vlad El Empalador (1431-1476). Vlad III, príncipe de Valaquia (hoy el sur de la actual Rumanía) era considerado un gobernante de una gran crueldad. El empalamiento que consistía en introducir por el recto un palo muy afilado y delgado, que después se empujaba con mucho cuidado y muy lentamente hacia arriba, evitando todos los órganos vitales. Para salir por el cuello de la víctima. Si el empalador se equivocaba, de manera que la víctima moría con rapidez, también era empalado… Consta que el soberano de Valaquia aplicó este castigo en miles de casos.

Y dos ejemplos más. Uno, a finales del siglo XVI, se extendió la costumbre de que cualquier chica que complaciese al sultán podía tener un hijo suyo, y si era varón, se la mantendría en una situación privilegiada. Si el hijo se convertía después en sultán, ella -como encarnación de la madrastra malvada- dirigía la ejecución de sus hermanastros, a veces niños pequeños, a los que el jefe de los jardineros (ésta era una de sus funciones) asfixiaba con un cordel de seda. Con la seda no se vertía sangre… Y dos: El patriarca ortodoxo era el terrateniente más grande del imperio y el cargo estaba muy disputado… Entre 1453 y 1918, sólo cuatro patriarcas murieron en la cama durante el ejercicio del cargo.

Norman Stone, profesor de Historia y autor de “Breve historia de Turquía”, opina que existen muchos puntos de conexión entre Turquía y España: imperio mundial, con siete siglos de historia islámica y después una nación-estado marcada por la omnipresencia de los gobiernos militares. Turquía no sufrió una guerra civil como la española, pero su experiencia en la Primera Guerra Mundial presenta paralelismos escalofriantes. La guerra de seis años contra Rusia, iniciada en 1768, fue el principio del fin. Y puso punto y final al monopolio otomano del Mar Negro. Por su parte, la guerra de Crimea se considera la primera guerra moderna. Ya existía el telégrafo eléctrico que permitía informar cada día de los acontecimientos, y éste llegó a la propia Crimea en 1855. Algunas fuentes afirman que el zar Nicolás I se enteró en San Petersburgo de lo que estaba pasando por el “Times” de Londres. A partir de entonces, en los sucesivos conflictos bélicos, los periódicos adquirieron protagonismo y, también, la opinión pública.


La partición del imperio otomano es el origen de algunos de los actuales -y más importantes- conflictos de ámbito internacional: los estrechos para Rusia, Siria para Francia, Egipto y el petróleo de Irak para Gran Bretaña. En ese tiempo, el odio entre turcos y griegos había ido creciendo y la coexistencia era casi imposible. Los rusos pensaron que sus intereses quedarían mejor servidos por una Turquía débil. Hay autores que sostienen que la Primera Guerra Mundial se inició realmente en 1911 y terminó en 1923, y ambas fechas están relacionadas con asuntos turcos. 

El profesor Norman Stone, uno de los historiadores de referencia en este asunto, sostiene que el imperio otomano es un fantasma que persigue al mundo moderno. Desapareció del mapa al final de la Primera Guerra Mundial, y los vastos territorios que controlaba han vivido un problema detrás de otro. Opino que no le falta razón. Pensemos en lo que hoy está sucediendo en Palestina, Irak, Ucrania… o en Siria. Polvos y lodos, otra vez.

Publicado, hoy, lunes 20 de febrero del 2017, en "Diario de León": http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/polvos-lodos_1139288.html

jueves, 9 de febrero de 2017

Coloquio con alumnos del IES "José Luís Gutierrez".

Hoy tuve un encuentro con alumnos de Bachillerato de las asignaturas de Economía y de Empresa del Instituto "José Luís Gutierrez" de Muga de Sayago (Zamora).


Hablamos sobre claves del éxito en la empresa. Producto, precio, merchandising, proveedores, tecnología, procesos, liderazgo y servicio al cliente fueron algunos de los tópicos que tratamos.

Muy interesante sus aportaciones y, como siempre en este tipo de encuentros, lo mejor ha sido la oportunidad de conocer y dialogar con gente interesante.


Gracias a la Profesora Vanessa Serrador por la invitación.

domingo, 5 de febrero de 2017

¿Carne o pescado?

Tomándome un café con un amigo me contaba la situación surrealista que se vivió en la organización en la que trabaja, una pequeña empresa, con motivo de la cena de Navidad. No respetaban los plazos para elegir si carne o pescado, el restaurante no garantizaba la reserva si no se les comunicaba a tiempo la elección… Y todo esto en una interminable sucesión de correos que iban llegando cada vez en mayor número y más subidos de tono, cuyos remitentes y destinarios son un grupo de quince personas que trabajan en el mismo espacio físico y en el mismo horario... Finalmente, el jefe, con buen criterio, los reunió a todos para atajar y solucionar una situación donde, en ese momento, lo menos importante era la elección de “carne o pescado” sino el (latente) deterioro de las relaciones de trabajo de su equipo.

Cada vez es más común que muchas decisiones se tomen en equipo o, al menos, que quien tiene la responsabilidad final escuche a sus colaboradores antes de decidir. Es muy recomendable que, si vas a participar en la discusión de un tema, antes, te informes y lo entiendas bien. Mientras esto no ocurra es mejor optar por un papel secundario, si no podrías cometer, al menos, estos dos errores. El primero es que, si participas activamente en la discusión de un tema sin antes haberlo preparado, es muy probable que entorpezcas el trabajo del equipo en su búsqueda de la mejor decisión. El segundo error es que, al participar en el debate con opiniones de escaso fundamento, no estás haciendo un buen trabajo para tu empresa, estás siendo desleal con tus compañeros, les estás haciendo perder el tiempo y, si este tipo de actitudes son frecuentes, más temprano que tarde, todos (jefes, compañeros, subordinados…) se percatarán de ello.

Tan grave como los errores anteriores sería no decir, oportunamente, algo que tú sabes que, con seguridad, sería una aportación valiosa para tomar una buena decisión. Si tienes la responsabilidad de dirigir, escucha a tus dirigidos, dedícales tiempo, para así mejor comprender sus planteamientos. Quizá una de las cosas que más valora y agradece un colaborador es sentirse escuchado por su jefe. Ya sé que no tienes tiempo… Quien tiene la responsabilidad de dirigir debe esforzarse, especialmente, por aprovechar mejor su tiempo para, así, poder estar más cerca de sus colaboradores y de sus clientes.

Y, mejor si es cara-a-cara. Reunirse favorece la comunicación entre personas. Como en nuestro caso de “carne o pescado”. Los encuentros cara a cara no pueden ser desplazados por la comunicación telefónica, remota o virtual. Los nuevos modelos y esquemas de trabajo en las organizaciones recomiendan la reunión de los colaboradores para favorecer la sinergia. Ahora bien, no confundamos la velocidad con el tocino… Una reunión de trabajo no es una simple agrupación de personas que trabajan para la misma organización. La esencia de la reunión requiere de objetivos, método, hora de comienzo… y de finalización. Hace años tuve un jefe que asistía a las reuniones provisto de un reloj de arena, de tres minutos. Todas las intervenciones tenían ese límite temporal, salvo en asuntos excepcionales. Parece una excentricidad, pero sus reuniones eran mucho más breves y, lo más importante, más efectivas.  Me ayudó a aprender a sintetizar y a valorar el aprovechamiento del tiempo.


Esa parece ser la función que el mundo moderno deja para los buenos directivos, la de hacer que las personas se conozcan, se ayuden, colaboren y trabajen en equipo. En equipos cuyos integrantes están y estarán separados por cientos de miles de kilómetros, aunque puedan estar virtualmente juntos. Con este panorama necesitamos personas dispuestas a ayudar a otras personas a llenar de contenido su trabajo, a entender la utilidad y finalidad de su labor, a colaborar con los demás y a sumar esfuerzos. 

El liderazgo no se asume, se consigue. Se lo exigen al directivo sus propios colaboradores. Claro que, para ello, es necesario que el directivo forme parte natural del grupo humano que dirige, sea uno más... Uno más que orienta, orienta y orienta...En realidad, un directivo no debería hacer otra cosa que pasarse el día hablando con sus colaboradores. ¿Qué la organización es muy grande? Pues tendrá que viajar mucho y beber mucha agua, porque la necesitará para seguir hablando, orientando. Sólo así podrá tomar el pulso al día a día del entorno que dirige y adelantarse al cambio. El futuro no está, se hace. Y lo hacemos las personas.

Aunque suene a tópico, los colaboradores son la inversión más valiosa de la organización. Son los únicos cuyo techo en valor añadido es, cuando menos, desconocido; claro que también son los más costosos, los más delicados y los más difíciles de rentabilizar... porque hay que hablar con ellos. Y algunos directivos están tan preocupados por mandar y tienen tan poca competencia que se han olvidado de hablar, de dirigir a sus colaboradores. Las tecnologías de la información nos están abriendo de par en par el mundo de las comunicaciones, nos están llevando a situaciones técnicamente ilimitadas; pero no nos ofrecen más que el soporte. La comunicación en sí queda en nuestra mano. Y hasta que no se demuestre lo contrario: hablando se entiende la gente.

Publicado, hoy, domingo, 5 de febrero del 2017, en "Diario de León": http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/carne-pescado_1135377.html

lunes, 30 de enero de 2017

Personas satisfechas generan clientes satisfechos.

Desde su fundación, hace treinta y un años, el Instituto de Empresa y Humanismo de la Universidad de Navarra es un lugar de encuentro de empresarios y académicos donde se debate sobre temas que afectan a la vida de la sociedad y de la empresa.

Con esa finalidad desarrolla y fomenta una amplia gama de actividades encaminadas a promocionar el humanismo entre los hombres de empresa, así como a recibir y compartir esa preocupación con los empresarios que son conscientes de su importancia.

Además, el Instituto imparte el Máster en Gobierno y Cultura de las Organizaciones que está dirigido a personas interesadas en la dirección de instituciones políticas o empresariales, que desean adquirir una formación sólida para el gobierno en cualquier tipo de instancia social, y a aquellas que buscan un conocimiento profundo de interdisciplinar acerca de qué es la sociedad y de sus mecanismos de autoridad y gobierno.

Otro año más, he tenido la suerte de ser invitado a colaborar.



Un programa muy interesante y valioso, sobre todo, porque la gran mayoría de los estudiantes son extranjeros y eso, en mi opinión. enriquece los debates.

En esta ocasión les propuse a mis alumnos debatir sobre “Personas satisfechas generan clientes satisfechos”, planteamiento basado en el argumento de mi libro “Viva Mi Gente (cinco acciones básicas que te ayudarán a dirigir mejor)”: